Macarena Vidal

Washington, 31 ene (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos se prepara para presentar en los próximos días una nueva estrategia para revivir al sector financiero y permitir que el crédito vuelva a fluir, anunció hoy el presidente Barack Obama.

En su alocución semanal de los sábados, distribuida por radio e Internet, Obama afirmó que "pronto, mi secretario del Tesoro, Tim Geithener, anunciará una nueva estrategia para revivir nuestro sistema financiero que permitirá que el crédito vuelva a fluir a las empresas y las familias".

El presidente no abundó en los detalles de esa estrategia, aunque precisó que "al tiempo que impulsamos la creación de empleo, también debemos garantizar que los mercados son estables, el crédito fluye y las familias pueden continuar en sus viviendas".

Obama afirmó que "ayudaremos a rebajar los costes de las hipotecas y extender créditos a las pequeñas empresas para que puedan crear empleos".

Se trata del intento más reciente hasta la fecha de encontrar vías para dar un impulso a la economía estadounidense, aquejada de una grave crisis.

Hasta el momento, el Gobierno de Obama ha puesto el énfasis en la aprobación de un plan de estímulo económico dotado con 819.000 millones de dólares (625.000 millones de euros), al que la Cámara de Representantes ya ha dado el visto bueno y que el Senado comenzará a debatir la semana próxima.

Unos 275.000 millones de dólares (210.000 millones de euros) se destinarán al recorte de impuestos a las familias, y aproximadamente medio billón de dólares (380.000 millones de euros) irá a parar a inversiones en infraestructuras, energía y nuevas tecnologías, en una estrategia que, según el presidente, permitirá crear o salvar más de tres millones de empleos.

Pero la Casa Blanca insiste en que ese plan -muy criticado por la oposición republicana al considerar que hará poco por estimular la economía- representa sólo una parte de lo que es necesario para salir de la crisis, precipitada por el desplome del sector inmobiliario y su impacto en el sector financiero.

Esa medida, según la Casa Blanca, debe complementarse con unos mecanismos reguladores más precisos y con una aplicación más rigurosa del plan de rescate financiero que se aprobó en octubre.

Ese plan está dotado con 700.000 millones de dólares (534.000 millones de euros), de los que la anterior Administración de George W. Bush ya desembolsó la primera mitad, sin resultados tangibles hasta el momento.

Obama ha prometido que su Gobierno desembolsará la otra mitad mediante nuevos parámetros de transparencia y prioridades diferentes, como las ayudas al sector inmobiliario.

"Insistiremos en una transparencia sin precedentes, una supervisión rigurosa y una rendición de cuentas clara, de modo que los contribuyentes puedan saber cómo se gasta su dinero y si está dando resultados", declaró Obama en su alocución semanal.

El presidente no ofreció detalles acerca de cuándo podrían estar listas las propuestas que ofrecerá Geithner.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo el viernes que a lo largo de la semana próxima el equipo económico de Obama mantendrá una serie de reuniones sobre la regulación del sector financiero.

Geithner ya comenzó esta semana una ronda de contactos en este sentido con el equipo económico de la Casa Blanca y las autoridades financieras, entre ellas el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.

Esta semana se han registrado varias noticias negativas de la economía estadounidense.

Las solicitudes de desempleo casi llegan a cinco millones, la mayor cifra de todos los tiempos, y el viernes se informó de una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,8 por ciento en el último trimestre de 2008, la mayor caída desde 1982.

"Pocas veces en la historia nuestro país ha encarado problemas económicos tan devastadores como esta crisis", declaró el presidente estadounidense, que añadió que "ha llegado el momento de que los que estamos en Washington asumamos nuestras responsabilidades".



El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha lanzado hoy un llamamiento al Senado para que apruebe el plan de estímulo económico que, asegura, creará más de tres millones de empleos en dos años y al que ya dio el sí la Cámara de Representantes. En su discurso radial de los sábados, distribuido por la Casa Blanca, Obama afirma que "con tanto en juego, simplemente no nos podemos permitir el mismo bloqueo y las mismas posturas partidistas de siempre en Washington. Es hora de movernos en una nueva dirección".

El mandatario ha prometido que se está trabajando en otro plan que ayudará a reducir los costes de las hipotecas de los estadounidenses con el nuevo plan que también reactivará el sistema financiero y hará resugir el flujo de créditos. "Pronto, mi secretario del Tesoro, Tim Geithner, anunciará una nueva estrategia para revivir nuestro sistema financiero que impulse el flujo del crédito hacia las empresas y las familias", ha dicho Obama.

Tras los consejeros delegados

Obama ha dicho que su nuevo plan asegurará que los consejeros delegados de las empresas no desvíen dinero de impuestos para financiar voluminosas bonificaciones. El mandatario ha expresado de nuevo su desagrado por las informaciones de los pagos de enormes primas realizados a los directivos el año pasado, a pesar de los despidos masivos, las pérdidas de las empresas y las ayudas del Gobierno.

"Nos enteramos esta semana, que mientras pidieron ayuda impositiva, las empresas de Wall Street, de forma vergonzosa, otorgaron casi 20.000 millones de dólares en bonificaciones en 2008", ha dicho Obama. "Aunque estoy comprometido en hacer lo que sea para mantener el flujo del crédito, los estadounidenses no excusarán o tolerarán tal arrogancia y avaricia".

El presidente ha insistido en una "transparencia sin precedentes, una vigilancia rigurosa y cuentas claras" en los fondos otorgados para estabilizar el sistema financiero.


  • La misiva buscará un acercamiento bilateral, luego de las diferencias surgidas hace más de 50 años
  • El presidente de EU busca también un diálogo directo con Mahmud Ahmadinejad

El Financiero en línea

Londres, 29 de enero.- El gobierno del presidente estadunidense Barack Obama prepara una carta para el pueblo iraní, con la que buscará una reconcilición entre Estados Unidos e Irán e impulsar la posibilidad de un diálogo directo, reveló hoy el diario The Guardian.

Como parte del compromiso emitido por el nuevo mandatario de Estados Unidos de cambiar sus política hacia el mundo islámico, funcionarios del Departamento de Estado trabajan desde la semana pasada en la redacción de la misiva.

Según fuentes oficiales estadunidenses, citadas por el rotativo, la carta sería un gesto simbólico en respuesta al mensaje escrito de felicitaciones que el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, envió a Obama el pasado 6 de noviembre al ganar la elección.

Además la misiva buscará una reconciliación y acercamiento bilateral, luego de las diferencias surgidas hace más de 50 años y la decisión de la pasada administración del presidente Goerge W. Bush de incluir a Irán en su llamado "eje del mal".

Estados Unidos rompió sus relaciones con Irán en 1979 tras la toma de su embajada en Teherán por un grupo de estudiantes revolucionarios armados, que retuvieron por 444 días a 52 diplomáticos estadunidenses, acusados de espionaje.

Según las fuentes asesores Obama y miembros del Departamento de Estado estadunidense han redactado al menos tres borradores de la misiva, que podría ser enviada a Irán en abril próximo en coincidencia con el 30 aniversario de la República Islámica.

"La carta iría dirigida al pueblo iraní y podría enviarse bien directamente al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameini, o como una carta abierta", destacó el reporte de The Guardian, difundido en su página en Internet.

En uno de los borradores elaborados por el nuevo gobierno estadunidense, el presidente Obama exhortaría a mejorar sus relaciones con occidente para impulsar el desarrollo económico y social del pueblo iraní.

En un tono conciliatorio, la carta de Obama haría también un llamado al gobierno iraní para que ponga fin a lo que Estados Unidos considera un patrocinio al terrorismo y alejarse de los grupos extremistas que acechan al Medio Oriente, destacó el diario británico.

En el texto, el gobierno estadunidense aclararía, además a la República Islámica que no busca derrocar al régimen iraní, aunque le expresaría su beneplácito ante la posibilidad de que haya un cambio en sus políticas.

Los borradores de la carta están siendo examinados por la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, que una vez completada podría formar parte de la revisión de las políticas del nuevo gobierno estadunidense hacia la nación islámica. (Con información de Notimex/CFE)


El presidente electo Barack Obama dijo el miércoles que la reforma de los cuantiosos programas del gobierno, como los beneficios sociales y el seguro médico Medicare, serán "una parte central" de sus esfuerzos para controlar los gastos federales.

Obama anunció asimismo el nombramiento de Nancy Killefer como directora de desempeño de su gobierno, un nuevo cargo en la Casa Blanca destinado a eliminar gastos superfluos y mejorar la eficiencia.

Tras observar que la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) acaba de calcular que heredará un déficit de 1,2 billones (correcto) de dólares para el año fiscal 2009, el presidente electo prometió eliminar los gastos innecesarios.

Por primera vez, Obama ofreció un cálculo para su plan económico masivo destinado a crear empleos y sacar al país de la recesión. Sus asistentes dijeron que costará unos 775.000 millones de dólares en dos años. Economistas independientes estimaron que podría ascender a 1,2 billones (correcto).

"Anticipamos que (la cifra) se acercará al tope de nuestros cálculos, pero que no será tan alta como algunos economistas recomendaron debido a las restricciones y preocupaciones que tenemos sobre el déficit existente", dijo Obama.

En la breve conferencia de prensa, Obama remitió al presidente George W. Bush las cuestiones en el conflicto entre Israel y Hamas. Pese a que ha incursionado en cuestiones nacionales, Obama se ha abstenido de comentar sobre el conflicto insistiendo en que dejará que el actual presidente lidie con las cuestiones de política exterior hasta la toma de posesión el 20 de enero.

"No podemos tener dos gobiernos manejando simultáneamente la política exterior. Sencillamente no podemos hacer eso", afirmó. "El silencio no es consecuencia de una falta de preocupación. Por cierto no es silencio".

De todos modos Obama se manifestó "profundamente preocupado" por el conflicto y dijo que es informado regularmente sobre su desarrollo.

Al nombrar a Killefer, Obama prometió examinar el presupuesto federal para eliminar lo que no funcione y mejorar lo demás para "poner al gobierno al lado de los contribuyentes". Agregó: "no podemos seguir manteniendo los métodos antiguos cuando sabemos que hay otros nuevos y más eficientes".

Killefer, directora de una firma asesora que fue subsecretaria del tesoro del presidente Bill Clinton, trabajará con las agencias federales para establecer normas de desempeño y hacer que los titulares de éstas den cuenta de sus progresos.

Mientras tanto, Obama pasa su primera semana en Washington promoviendo su cuantioso plan de estímulo económico, que implicará gastos para crear empleos y estimular la economía.

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