A pesar de que la confianza de la gente aumenta, la economía del país provoca sombras, ya que las empresas siguen despidiendo personal, el PIB retrocede y el consumo interno no acaba de despegar.

Agridulce jornada tuvo este miércoles Barack Obama justo cuando celebraba, o rendía cuentas, por sus primeros 100 días en la Presidencia de Estados Unidos.

La mayoría de las encuestas nacionales le dan esta semana una popularidad de entre el 58 y el 69 por ciento, lo que indica que la luna de miel con los estadounidenses sigue, pese a las dificultades económicas.

Y los expertos, al hacer sus evaluaciones, no tuvieron más remedio que quitarse el sombrero ante la gran cantidad de iniciativas que ha comenzado a mover el presidente demócrata gracias, en parte, a las amplias mayorías con las que cuenta en el Congreso.

"Estamos cumpliendo con el mandato", dijo Obama, primero durante un encuentro con una multitud en el estado de Missouri y luego en la Casa Blanca durante una rueda de prensa.

Sombras en la economía

Sin embargo, las nuevas cifras dadas a conocer por el Departamento de Comercio enfrentaron a Obama y su equipo con la realidad: pese a todos los ajustes hechos, la economía no levanta cabeza.

De hecho, sigue cuesta abajo. El PIB se contrajo un 6,1 por ciento y, si se suma la contracción de los últimos dos trimestres combinados, es la peor en más de 60 años.

El dato más diciente del informe del Departamento de Comercio proviene del sector empresarial: las compañías prácticamente detuvieron su inversión durante estos tres meses y se libraron de trabajadores e inventarios a un ritmo acelerado para reducir la producción, mientras que las exportaciones registraron su mayor caída en 40 años.

"Ha sido un buen comienzo, pero solo es el comienzo. Me siento confiado con respecto al futuro, pero no estoy contento con el presente. Hay mucho trabajo por hacer", dijo Obama al referirse a la situación durante la rueda de prensa.

La Reserva Federal, al rendir su informe mensual también ayer, dijo que la economía seguirá débil por varios meses más, aunque destacó que abril había sido ligeramente mejor que marzo.

En general, los economistas sostienen que las medidas tomadas por Obama, como el enorme paquete de estimulo de 800 mil millones de dólares, y el plan de rescate para el sector inmobiliario y automovilístico, apenas comienzan a sentirse y aún es prematuro decir si funcionarán o no.

A eso se suma la inminente pandemia por la gripa porcina que ha comenzado a propagarse por E.U. y podría desacelerar el ritmo de la recuperación económica. Ayer, Obama aseguró que no cerrará la frontera con México, donde se dieron los primeros casos del virus, pues es "inútil cerrar la puerta del establo después de que han salido los caballos".

Aunque Obama sigue gozando de grandes niveles de apoyo en la población y tiene mucho capital político por gastar, los republicanos le critican haber eliminado el espíritu bipartidista que prometió (las leyes están siendo aprobadas solo con votos demócratas) y alegan que el enorme gasto fiscal que propone hundirá al país a largo plazo.

Al referirse al tema de la tortura, volvió a indicar que la administración Bush "se equivocó" al autorizar el ahogamiento como método interrogatorio, y defendió su decisión de dar a conocer los memos donde se delinearon dichas prácticas.

Y sobre la reforma migratoria, aseguró que su intención es sacarla este año, aunque dijo que no podía garantizarlo pues a la larga no tiene control sobre el calendario legislativo


El presidente de EE UU, Barak Obama, ha anunciado un acuerdo entre Fiat y Chrysler que, de concretarse definitivamente, salvará al gigante estadounidense de su desaparición. Chrysler, que tiene 30 días para concretar los términos del acuerdo con Fiat, se acoge al célebre capítulo 11 de la Ley de Quiebras para declararse en bancarrota e iniciar el proceso.

"Chrysler y Fiat han formado una alianza que tiene grandes posibilidades de tener éxito y que va a salvar miles de puestos de trabajo", ha anunciado Obama en una esperada rueda de prensa en Washington. Obama ha querido dejar claro que "la bancarrota no es debilidad sino un nuevo paso" para la empresa.

"Esta alianza es posible gracias a los sacrificios sin precedentes de los accionistas de Chrysler, que están dispuestos sacrificarse para que la empresa vea un futuro mejor", ha añadido el presidente de EE UU. El presidente, que ha lanzado un reto a las dos compañías para que superen los retos que se presentan, ha asegurado que el acuerdo cuenta con el apoyo de los sindicatos.

Obama, que ha criticado el devenir de uno de los emblemas de la industria de EE UU en los últimos años, ha asegurado que Chrysler ha desconectado con el público y ha fabricado "coches no eficientes" lo que le ha convertido en una empresa que ha dejado de ser "popular". No podemos mantener a esta u otra empresa con el dinero de los contribuyentes, ha añadido Obama antes de detallar las condiciones del nuevo acuerdo.

Acuerdo con los acreedores

El principal escollo para la supervivencia de la compañía, que da trabajo a más de 30.000 personas sin contar con los cientos de miles de empleos indirectos, era la negociación con los acreedores . Los cuatro principales bancos, que concentran el 70% de la deuda asegurada de Chrysler, estaban de acuerdo en aliviar las condiciones de pago, no así otros acreedores, sobre todo los hedge funds. "JP Morgan y otras financieras han acordado reducir su deuda en un tercio para que Chrysler pueda hacer frente a sus obligaciones", ha anunciado Obama, muy implicado en la negociación y que ha criticado duramente "al grupo de financieras y fondos de cobertura que no quisieron hacer sacrificios".

De esta manera, Chrysler asume un camino distinto al de sus competidoras más directas en Detroit. Mientras Ford no ha recurrido a ayudas públicas, General Motors, todo un emblema para la industria de EE UU, se enfrenta a una nacionalización del Gobierno mediante un canje de deuda por acciones para sobrevivir

Parece mentira, pero hace apenas un año la entonces senadora Hillary Clinton insistía en que su contrincante, el también senador Barack Obama, carecía de experiencia política y desconocía las relaciones internacionales. Véanlos hoy. Hace un mes el ahora presidente Obama nos envió a Hillary, ahora su secretario de Estado, para dar al presidente Felipe Calderón un espaldarazo y un apretón de manos.

Pocos presidentes de Estados Unidos han arrancado con tanta fuerza y un respaldo tan entusiasta como Obama. Kennedy y luego Reagan fueron casos parecidos, pero cometieron muchos más errores iniciales. Obama parece saber mejor lo que quiere y se ha trazado un camino para lograrlo. Desde su toma de posesión hace apenas cien días el presidente de Estados Unidos no ha parado. Sigue sembrando ideas y propuestas en los más diversos campos. Dentro y fuera de su país acapara diariamente los medios de comunicación. Vivimos una época de obamitis aguda. El nuevo inquilino de la Casa Blanca se ha paseado por todo Estados Unidos y ya ha emprendido varias giras al exterior. Estuvo en Europa y luego pasó por México en su viaje a la Cumbre de las Américas en Puerto España. Su estancia aquí se limitó a confirmar el espaldarazo que ya había dado al gobierno su secretario de estado.

En apenas tres meses Barack Obama ha logrado lo que muchos otros no han podido conseguir en años: sentar las bases de una revolución en lo interno y de una nueva era en lo externo. Está por verse si las medidas ya tomadas en lo interno surten efectos rápidos y si la retórica en lo externo se traduce en actos concretos.

En política exterior Obama empieza a destacarse como un presidente sensato y reacio a repetir los errores del pasado. Desde la caída del muro de Berlín, los presidentes de Estados Unidos han tratado sin éxito de establecer unas nuevas bases de la convivencia internacional. George H. W. Bush se limitó a proclamar un nuevo orden internacional que nunco supo edificar. William J. Clinton trató sin éxito de encontrar una visión propia del mundo. George W. Bush, en cambio, logró imponer la suya, sólo que resultó ser tan primitiva que ahuyentó hasta a sus más cercanos aliados. Bush hijo descuidó sobre todo la relación con Rusia, quizás la más importante de Estados Unidos debido a la existencia de decenas de miles de armas nucleares.

Para la mayoría de los líderes del mundo la amenaza que representa la existencia de los arsenales nucleares sigue siendo el mayor desafío del siglo XXI. Supera a los desafíos que acarrea la pobreza de buena parte de la humanidad, a la crisis financiera y económica que aqueja al mundo, al cambio climático y a los brotes de virus que podrían convertirse en pandemias.

Desde la campaña presidencial, Obama indicó que estaría dispuesto a proponer medidas para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares. Sus posiciones en materia de desarme nuclear fueron de lejos las más avanzadas de los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos. Hasta hace escasos meses en los círculos gubernamentales de Washington era políticamente incorrecto hablar de nuevos acuerdos sobre el control de armas nucleares y mucho menos de desarme nuclear. Ahora Obama ha puesto sobre la mesa de negociaciones con Rusia y las demás potencias nucleares la idea de eliminar dichas armas. Es un primer paso muy importante que deberá pronto deberá traducirse en resultados concretos, si Obama quiere mantener cierta credibilidad en este terreno.

En principio el clima parece propicio para redoblar esfuerzos en el campo del desarme nuclear. Distintos grupos de ex dirigentes políticos, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, han señalado la imperiosa necesidad de avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares. Ya se han prohibido mediante sendos tratados multilaterales las armas biológicas y químicas. Faltan las nucleares.

Reino Unido ya ha anunciado que está dispuesto a abogar por la eliminación de las armas nucleares. Empero, China y Francia mantienen el silencio. India, Pakistán e Israel tampoco han anunciado su disposición para conseguir su eliminación. Corea del Norte e Irán siguen siendo objeto de reiteradas declaraciones de muchos gobiernos que los consideran una amenaza. Se les olvida que la mayor amenaza proviene de Washington y Moscú, que juntos detentan más de 95 porciento de todas las ojivas nucleares. De ahí la importancia del paso que dio Obama: primero hay que reducir sustancialmente los arsenales de Estados Unidos y Rusia y luego habrá que negociar con los demás.

El pasado primero de abril el presidente Obama se estrenó en el escenario internacional en la cumbre del G-20, celebrada en Londres. Aprovechó su estancia en la capital británica para reparar y enderezar varias relaciones bilaterales.Se entrevistó con los mandatarios de Rusia y China. Con el presidente Dimitri Medvediev Obama acordó concluir antes de fin de año un nuevo acuerdo para reducir aún más sus armas estratégicas nucleares. He ahí el primer paso fundamental y la primera prueba de la buena fe del nuevo presidente estadunidense.

En un discurso pronunciado en Praga unos días después, el 5 de abril, Barack Obama afirmó la responsabilidad moral de su país de encabezar la lucha por un mundo libre de armas nucleares, una lucha que (según insistió) quizás dure muchas décadas. También convocó a una conferencia internacional sobre seguridad nuclear a más tardar el próximo año. Y ahí dejó entrever lo que realmente parece inspirar muchas de las propuestas para la eliminación de las armas nucleares: el temor de que caigan en manos de países supuestamente menos confiables o que grupos terroristas puedan hacerse de los materiales nucleares necesarios para construir una bomba o un artefacto por crudo que sea. De ser así durará poco el sueño de un mundo libre de armas nucleares.


Obama apeló fuertemente al público latino para ganar la presidencia, sobre todo en los estados clave en donde su apoyo fue decisivo para ponerlo en la Casa Blanca. En todos esos estados el entonces candidato demócrata prometió hacer avanzar la agenda latina, sobre todo en materia de salud, educación e inmigración.

El presidente ha avanzado con una velocidad sorprendente en las áreas prioritarias de su gestión, especialmente en las más importantes para los latinos, dijo, a propósito de los cien días, la presidenta del Concilio Nacional de la Raza (NCLR) Janet Murguía. Según Murguía, Obama y su equipo entendieron que para la comunidad latina el acceso a servicios de salud y educación es un asunto más preocupante que el migratorio.

"Nuestra esperanza es que el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP por sus siglas en inglés) sea un anticipo de una reforma más amplia del plan de salud que pueda ser promulgada este año para que todos podamos obtener una cobertura médica económica y de calidad en EUA", dijo Murguía.

En ese sentido, a la organización más importante de apoyo a los derechos civiles de los latinos no le extraña que la reforma migratoria esté lista para entrar en la segunda ronda de iniciativas del presidente Obama a partir de mayo próximo.

"La reforma migratoria es crucial a medida que nos dirigimos hacia la recuperación económica, y el presidente ha mostrado su voluntad de cumplir su promesa el próximo año", señaló Murguía.

En tanto, el preisdente de America's Voice, Frank Sharry dijo que "es de agradecer el liderazgo del presidente y de alabar el hecho de que mantenga su promesa de introducir la reforma migratoria en su primer año", a pesar de lo políticamente difícil que resulta el tema.

Así, varias organizaciones pro reforma migratoria marchará el 1 de mayo próximo en varias ciudades, entre ellas Washington, para expresar su apoyo a la reforma migratoria.

Además, la Coalición capital por la reforma migratoria, que aglutina a decenas de organizaciones migratorias desarrollará una campaña de envío masivo de mensajes por todos los medios al liderazgo de ambas cámaras en el Congreso para presionar por la reforma.

Es que la reforma migratoria es uno de los pocos grandes ofrecimientos de campaña del presidente Barack Obama que no ha visto oficialmente la luz antes de los primeros cien días del presidente en la Casa Blanca.

Sin embargo, las primeras señales de que Obama piensa reactivar el debate han salido ya de la Casa Blanca, en la voz de Cecilia Muñoz, la directora de asuntos intergubernamentales del presidente. Muñoz es la encargada de relaciones entre la presidencia y los gobiernos estatales y locales y fue, antes de incorporarse al gabinete, la segunda al mando del NCLR.

Muñoz dijo a principios de abril que Obama planea dar un discurso con el que marcará oficialmente el reinicio del debate migratorio, que acompañará con una serie de foros de discusión, una estrategia que ha seguido ya con éxito en asuntos como la reforma de salud y de educación. Esas instancias de discusión y análisis, dijo entonces Muñoz, nutrirían un futuro proyecto de reforma migratoria, que contendría un mecanismo para garantizar la regularización con restricciones y bajo criterios específicos, para 12 millones de indocumentados que vivne en EUA.

La funcionaria aclaró que no se trataría en ningún caso de una amnistía. El concepto aplicado sería el de "legalización ganada", que promueven los organismos de defensa de los derechos de los inmigrantes, que consiste, básicamente en otrogar un camino a la regularización a quiénes no han cometido delitos penales, se comprometana a pagar impuestos y a aprender inglés, entre otros requisitos.

Sin embargo, las líneas que definió Muñoz dejan de lado un componente de los anteriores proyectos de reforma, el programa de trabajadores temporales que en su momento fue considerado por demócratas y republicanos como clave para resolver el problema del ingreso contínuo de inmigrantes a EUA en busca de trabajo.

Pero la gran novedad de este año es que, incluso antes de ver la luz el proyecto, dos de los actores más poderosos e influyentes en el partido demócrata, los sindicatos, han mostrado su apoyo al proyecto, principalmente ante la renuncia de la Casa Blanca de incluir un programa de trabajadores temporales.

Pero esa omisión ya levantó la oposición de la Cámara de Comercio de EUA y de las uniones de industriales de sectores como la agricultura, algunos de los actores que anteriormente apoyaron con más vehemencia la reforma migratoria.

Además, la Casa Blanca tendrá que enfrentar la aún fuerte oposición de los sectores más conservadores alrededor del partido republicano e, incluso dentro de su mismo partido.

La crisis económica que ha causado ya la pérdida de más de tres millones de empleos hace el proyecto de legalizar a 12 millones de personas particularmente impopular en los estados fuertemente golpeados por la crisis.

WASHINGTON (AFP) — Un niño de 23 meses de edad murió debido a la gripe porcina en Texas, en el primer caso de fallecimiento confirmado por esta enfermedad en Estados Unidos, una situación que el presidente Barack Obama consideró "preocupante" en un país donde se cuentan 65 personas afectadas.

"Tenemos confirmada la primera muerte en este país en un niño de 23 meses de edad en Texas", dijo el director interino del Centro de Control de Enfermedades (CDC), Richard Besser, en declaraciones a la cadena de televisión CNN.

El niño había viajado a México, confirmaron a la AFP autoridades de salud, y este sería además el primer caso de muerte que se registra fuera de ese país.

"Como padre y pediatra mi corazón está con la familia. Como he venido diciendo en los últimos días la gripe es una infección muy seria, y cada virus es único, por lo cual es difícil dar un pronóstico", añadió Besser.

"Pero dado lo que hemos observado en México sabíamos que podríamos ver infecciones más severas y que podríamos ver muertes", advirtió.

La epidemia de gripe porcina ha creado una "situación preocupante" en Estados Unidos y requiere de "un máximo de precauciones", advirtió el presidente Obama, poco después de haberse anunciado la muerte del niño.

"Esta es evidentemente una situación preocupante, lo suficientemente grave para tomar un máximo de precauciones", declaró el mandatario.

"Estamos siguiendo de cerca los nuevos casos de infección en todo Estados Unidos", agregó Obama, e indicó que los servicios sanitarios estadounidenses "tuvieron la confirmación durante la noche del deceso del niño en Texas".

Las autoridades sanitarias estadounidenses informaron el martes de 65 casos confirmados de pacientes afectados por el virus H1N1 de la gripe porcina, que se cree responsable de la muerte de 159 personas en México.

La mayoría de los casos reportados en Estados Unidos han sido relativamente suaves, y solamente un puñado de ellos han requerido hospitalización.

De acuerdo al último balance de las autoridades sanitarias, los 65 casos confirmados de gripe porcina en Estados Unidos se distribuyen de la siguiente manera: 45 en Nueva York (noreste), 10 en California (oeste), 6 en Texas (sur), 2 en Kansas (centro), uno en Ohio (norte) y uno en Indiana (norte).

En este último caso, las autoridades de ese estado precisaron que el paciente no vino desde México, epicentro de la propagación de la enfermedad, contrariamente a los restantes enfermos reportados.

Este paciente "no ha estado recientemente en México. Lo que lo hace un caso bastante único", dijo a la AFP la portavoz del departamento de Seguridad Interior de Indiana, Rachel Meyer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) permanece aún en "fase de alerta 4" sobre una escala de seis ante la gripe porcina, según indicó la noche del martes el número dos de esa institución, Keiji Fukuda, subrayando que "la situación epidemiológica continúa evolucionando".

Estados Unidos ocupa un lugar determinante en la evolución de la enfermedad, según la OMS, que explicó que el descubrimiento de casos de gripe porcina en ese país entre personas que no han pasado por México justificaría el pasaje a la fase 5 de la alerta pandémica.

El presidente Barack Obama exhortó el martes al Congreso a aprobar 1.500 millones de dólares para reforzar la capacidad de reacción de Estados Unidos ante un agravamiento potencial de la epidemia.


Luego del fin de semana en Washington, y siguiendo las alternativas de la crisis de salud disparada con la epidemia de la gripe porcina, se han producido distintos movimientos en la administración Obama. No solo los mercados han sufrido los vaivenes, también en la Casa Blanca aumentaba la preocupación, pues la prensa había comenzado a criticar “la reacción en el gabinete”, algo que los demócratas acusaron rápidamente.

La primera de las dudas fue cuando uno de los asesores de Obama reportó que el arqueólogo Felipe Solís de México, había muerto de la enfermedad gripal, unos días después de haber saludado a Obama en persona, ya que fue su guía en una parte de su gira mexicana hace una semana y media. La Casa Blanca tuvo que salir a desmentir la versión por la cual Obama podría él mismo estar en peligro.

Al mismo tiempo, mientras se recomendaba “solo viajar a México por razones impostergables”, en la frontera se repartían máscaras a los oficiales del servicio de inmigración. Pero para algunas autoridades, no estaban claros los próximos pasos a seguir.

La prensa se percató de que no había una autoridad que pudiera manejar la crisis frente al público. Ahí el punto mayor. La administración Obama hasta el momento no había podido lograr la aprobación del Congreso para el cargo a Secretario de Estado de Salud, puesto que permaneció vacante hasta el día lunes (pese a que Obama cumple 100 días en el poder, pasado mañana).

En una rápida maniobra del Senado, fue confirmada ayer martes la nueva responsable, la ex gobernadora de Kansas, Kathleen Sebelius (el cargo se denomina Secretaría de Salud y Servicios Sociales). A tal punto llegó el apuro que la llamaron a Kansas y fue inmediatamente puesta en un avión a Washington. En pocas horas fue confirmada y juró frente al Presidente casi al mismo tiempo. “Quisimos que jurara inmediatamente porque tenemos un desafío enorme con este problema de salud” dijo Obama. “Tenemos casos en Estados Unidos y hay que prestar rápida atención” agregó. Lo increíble es que dos días antes, Obama había dicho que “no era tal la gravedad para alarmarse tanto”, aunque por las dudas, se declaraba la “emergencia pública”.

Pero duró poco la tranquilidad o al menos los pedidos de mantener la calma. Se notó ayer otro fuerte cambio de 180 grados cuando el mismo Mandatario estadounidense le pidió al Congreso 1.500 millones de dólares para que sean agregados a los 83 mil millones que se gastan en la guerra, a efectos de atender cualquier derivación relacionada con una posible “pandemia”. Según Obama, “hay que actuar ahora con mucho cuidado”, tal cual le expresó por carta al Congreso.

Por la noche del martes la preocupación seguía en la Casa Blanca pues hay reportes de que existen casos de enfermos contagiados graves, que han aumentado los riesgos de exposición, y que posiblemente se produzcan bajas relacionados con la epidemia que se viene generando en la población que viaja seguido al vecino país de México o que tiene habitual contacto con la población mexicana, especialmente desde Texas hacia el Oeste.

Por el momento las fronteras permanecen abiertas, pero la administración Obama preparaba tropas de la Guardia Nacional, a efectos de ser enviadas a todos los pasos fronterizos y realizar controles. También se han movido stocks de drogas antivirales, como el Tamiflú, a distintos Estados, para que estén preparados, desde varios depósitos federales.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió hoy como un "error" el vuelo a bajo nivel que hizo este lunes un avión presidencial sobre la ciudad de Nueva York con fines fotográficos.

"Fue un error, como ya se ha dicho, y no volverá a ocurrir", declaró Obama durante una comparecencia en la sede de la Oficina Federal de Investigación (FBI).

El vuelo de los aviones, incluido un Boeing 747 denominado Air Force One cuando lo usa el presidente, causó temor en una ciudad que fue blanco de atentados terroristas con aviones comerciales el 11 de septiembre de 2001.

La Casa Blanca ya había presentado disculpas el mismo lunes, cuando en un comunicado Louis Caldera, director de la oficina militar de la Casa Blanca, afirmó que había aprobado la misión sobre Nueva York la semana pasada y asumía "toda la responsabilidad por esa decisión".

"Si bien las autoridades federales dieron los pasos apropiados para notificar a las autoridades estatales y locales en Nueva York y Nueva Jersey, está claro que la misión creó confusión y trastornos", indicó el director de la oficina militar.

La misión, cuyo propósito era la toma de fotografías del avión presidencial cerca de la estatua de la Libertad, comenzó al inicio de la jornada laboral en Nueva York.

El Boeing 747 y un avión de combate F-16 que lo escoltaba sobrevolaron la estatua de la Libertad, cerca de la "zona cero", donde en su día se levantaron las Torres Gemelas, destruidas por los atentados del 11-S.

Miles de empleados en el barrio financiero abandonaron sus oficinas, se evacuaron edificios y las agencias policiales y de emergencia recibieron numerosas llamadas que avisaban de que los aviones volaban demasiado bajo.

El alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, dijo que el Gobierno no le había avisado de la maniobra aérea y se enteró cuando empezó a recibir mensajes en su móvil que le preguntaban qué ocurría.

Bloomberg añadió que si le hubieran avisado, les habría dicho "de inmediato que no lo hicieran".



PUERTO ESPAÑA España, Trinidad y Tobago - No fue la primera aparición del presidente Barack Obama en el panorama mundial. Ya había demostrado sus habilidades diplomáticas en la cumbre del G-20 en Gran Bretaña. Pero la Cumbre de Las Américas en Trinidad y Tobago representaba un reto mucho mayor para él. 33 jefes de estado de su propio continente, muchos de los cuales, tenían un eventual enfrentamiento con Estados Unidos como parte de su agenda.

El Norte contra el Sur

Posibles choques con nuestros vecinos al sur de la frontera ya se había anticipado. Las heridas causadas por los estragos de la guerra fría aun permanecen abiertas en algunos países. Muchos resienten el haber sido virtualmente ignorados durante ocho años por la administración Bush.

Todos estarían presionando para que estados Unidos elimine el embargo contra Cuba y el mayor crítico de éste país, el presidente venezolano Hugo Chavez, haría lo posible para robarse el show.

Sin embargo, desde el momento en que la cumbre empezó, el presidente Obama logró desmantelar un posible ataque. Durante su discurso de apertura estableció el tono de lo que seria una cumbre exitosa y un nuevo comienzo en las relaciones entre Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe.

Evitó que el tema de Cuba se convirtiera en un problema enfrentándolo de cara. Y con un sencillo apretón de manos con Chavez domesticó a la bestia y encantó a las multitudes.

De quién es la culpa

“Por fortuna el presidente Ortega no me culpó de algo que sucedió cuando tenía 3 meses de nacido,” dijo Obama después que el presidente nicaragüense gastó casi una hora criticando la intervención norteamericana en la región.

Reconociendo errores del pasado, Obama dijo a sus colegas que es tiempo de seguir adelante y no de revivir el pasado, y advirtió que Estados Unidos no puede ser culpado por todos los problemas del hemisferio.

En tres sesiones plenarias los jefes de estado discutieron los temas de la agenda para intentar sacar adelante asuntos de interés común para todo el continente: Economía, medio ambiente, energía alternativa, seguridad pública y narcotráfico.

Pero fueron los temas ajenos a la agenda los que atrajeron la atención e hicieron titulares. El apretón de manos con Chavez, el libro dado a Obama por el presidente venezolano, la Obamanía que prevaleció aún entre los jefes de estado que se salieron del protocolo para tomarse fotografías con el presidente de Estados Unidos. Incluso, Alvaro Uribe de Colombia dijo que enmarcaría una nota que le dio Obama.

Este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cumple los cien días iniciales en la Casa Blanca. Esta meta volante para cualquier administración surgió después de que otro mandatario estadounidense, Franklin Delano Roosevelt, expusiera en los primeros tres meses de su mandato las 15 leyes que definirían su histórica respuesta a la Gran Depresión de los años treinta. Dado que, al igual que este antecesor en 1933, Obama enfrenta una profunda crisis económica, ¿cuál es el balance hasta hoy del primer presidente afrodescendiente en Washington?

Desde su posesión, el pasado 20 de enero, los retos del nuevo mandatario estaban claros: la peor recesión económica en décadas, dos frentes de guerra abiertos en Irak y Afganistán, el sistema bancario en colapso, una nación hundida en la incertidumbre y una seria pérdida de liderazgo en el contexto internacional. A pesar de un escenario de tanta complejidad para un líder joven e inexperto, el debut de Obama ha sido una vorágine de decisiones, mensajes y ambiciosas propuestas.

En pocas semanas, la Casa Blanca logró la aprobación de 789.000 millones de dólares del paquete de estímulo más costoso de la historia estadounidense, así como el despliegue de arriesgadas políticas para enfrentar la crisis: planes estatales de salvamento de bancos, de estímulo al crédito y a la vivienda y de compra de los "activos tóxicos" del sistema financiero. Además, una estrategia para evitar la quiebra de la industria automotriz y nuevos marcos regulatorios para Wall Street. La agenda fue de tal envergadura, que la oposición acusó a Obama de "socialista".

Como si el paquete económico no fuera suficiente, Obama busca impulsar una reforma del sistema de salud, el fomento de energías alternativas y estímulos educativos. A esto se suman decisiones de su despacho que reversan las políticas de Bush frente al cambio climático, la investigación de células madre, las ayudas a programas de anticoncepción. Asimismo, Washington ordenó el cierre de la cárcel de Guantánamo y la publicación de los memos que autorizaban la tortura en los interrogatorios.

En política exterior, la transformación ha sido radical y rápida. Desde Cuba y Rusia hasta Turquía y Afganistán, Obama ha enviado nuevos mensajes de diálogo, ha restaurado la imagen de E.U. como líder global y ha abierto espacios multilaterales, desdeñados por la administración Bush. "Cuando mejor ejercemos liderazgo es cuando escuchamos", declaró en la pasada cumbre del G20 en Londres. Para América Latina, región que está fuera del radar desde los ataques del 11 de septiembre del 2001, la nueva administración de E.U. ha significado tanto un renovado aire para las relaciones hemisféricas como nuevos roles para países como México y Brasil. La actitud del presidente Obama ha encantado hasta al irreverente y antiimperialista Hugo Chávez.

Quienes esperaban que la variedad y profundidad de los retos económicos, políticos y diplomáticos que Obama recibió en enero lo empujarían a una actitud prudente y una agenda limitada a la economía, se equivocaron. La mayor crítica, y asimismo el mayor riesgo, que la Casa Blanca está enfrentando hoy es su afán de abarcar mucho, apretar poco y tratar de adelantar reformas en medio de la crisis.

Los primeros cien días de una administración sirven para calibrar su talante, identificar sus prioridades y sembrar las semillas de sus logros. También, para entender la magnitud de sus apuestas políticas. Si algo indica este tramo de Barack Obama es que los segundos cien días probarán la capacidad de Washington de traducir esta ambiciosa agenda en un gobierno eficiente, que saque a Estados Unidos de la crisis y le devuelva iniciativa en política exterior.

La Habana, 22 de abril. Fidel Castro afirmó hoy que Barack Obama interpretó mal a Raúl Castro, cuando ambos presidentes intercambiaron declaraciones públicas el pasado fin de semana sobre el futuro, aún incierto, de la eventual apertura de un proceso de diálogo entre Cuba y Estados Unidos.

El comentario de Fidel Castro, publicado en la prensa matutina el miércoles, parece estar dirigido a distinguir los puntos que La Habana considera materia de negociación y los que excluye de la mesa, pero el ex mandatario no desarrolló el tema y sólo utilizó algunos ejemplos.

Sin embargo, en un segundo artículo, difundido en la noche y en el que relata una plática con el presidente nicaragüense Daniel Ortega, el líder cubano abundó en su percepción sobre los marcos del posible diálogo, al sugerir que la relación entre los dos países no implica un cambio del sistema político en ninguno de ellos: No hemos solicitado la democracia capitalista en la que usted se formó y en la cual sinceramente y con todo derecho cree. No pretendemos exportar nuestro sistema político a Estados Unidos.

La controversia se remonta a un discurso de Raúl Castro en Venezuela, en el que el presidente cubano dijo que su gobierno está dispuesto a discutir con el de Estados Unidos derechos humanos, libertad de prensa, presos políticos, todo, todo, todo lo que quieran discutir, pero en igualdad de condiciones, sin la más mínima sombra a nuestra soberanía y sin la más mínima violación al derecho de la autodeterminación del pueblo cubano.

Tras la Cumbre de las Américas, Obama dijo a la prensa en Trinidad-Tobago que al aceptar Raúl conversar no sólo sobre el levantamiento del embargo, sino sobre otros temas como los derechos humanos, los presos políticos, esa es una señal de avance. Obama agregó que La Habana podría hacer, además, algunas cosas, como liberar presos políticos o reducir el recargo a las remesas.

Fidel Castro terció, primero, definiendo que la declaración de Raúl significa que no teme abordar cualquier tipo de asunto con Obama.

Los dos comentarios del ex presidente y el discurso de su hermano menor en Venezuela, aunque no elaboran explícitamente la fórmula, sugieren que esa discusión de una agenda tan abierta supone abordar los asuntos en sus expresiones tanto en Cuba como en Estados Unidos, pero que ese debate no conlleva un compromiso de cambios internos en ninguno de los casos.

Fidel indicó también que nadie debe asombrarse de la propuesta de Raúl de liberar y enviar a Estados Unidos a los opositores detenidos y condenados en 2003, a cambio de que Washington libere a los cinco agentes cubanos, presos desde 1998 y sentenciados en 2001.

Raúl expuso la fórmula en público por primera vez en diciembre pasado, en una declaración a la prensa, tras la cumbre del Grupo de Río, cuando la citó como ejemplo de un mecanismo gesto por gesto. Luego la refrendó en Venezuela, la semana pasada.

Frente a ese caso, que La Habana claramente intenta negociar, Fidel Castro rechazó luego la sugerencia de Obama de que la isla reduzca los recargos que tienen aquí las remesas, como ejemplo de cooperación donde ambos gobiernos estarían trabajando para ayudar a la familia cubana y elevar el nivel de vida en Cuba.

Castro replicó que no todos los cubanos reciben remesas y que los recargos son una parte relativamente pequeña que se usa para redistribuirla en beneficio de los más necesitados.

El líder cubano no se refirió a los puntos que ha citado en días pasados como susceptibles de ir a una mesa de discusión con Estados Unidos (migración, narcotráfico y terrorismo) y criticó a Obama por su autosuficiencia en la cumbre y porque, aunque no inventó el bloqueo económico contra la isla, lo hizo suyo, igual que otros 10 presidentes de ese país.


Para políticos y analistas, Las venas abiertas de América Latina, de Galeano, es un libro

"Peligroso"

Nueva York, 21 de abril. Un libro resulta a veces más poderoso que un país imperial o una cumbre de presidentes.

Al parecer, Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, aún hace temblar a muchos poderosos aquí, ya que, según ellos, es un libro muy peligroso que puede hasta poner en riesgo a la Casa Blanca.

Y es que el gesto de Hugo Chávez, de regalarle a Barack Obama el libro del escritor uruguayo ha generado más reacción aquí, al igual que la foto del saludo de los dos mandatarios, que casi todo lo que se dijo en la Cumbre de las Américas.

Por supuesto que esto también encantó a un amplio sector de gente que se considera progresista, pero las mejores recomendaciones del libro de Galeano, colaborador de La Jornada, provienen del otro bando, lo cual remarca el hecho de que ese libro tiene un poder que espanta a muchos.

Otto Reich, ex embajador en Venezuela, alto funcionario diplomático en los gobiernos de Ronald Reagan y de ambos Bush y ex asesor sobre temas de América Latina para la campaña presidencial de John McCain, afirmó que fue un error por parte de Obama recibir el libro de manos de Chávez.

También fue, francamente, un error de su equipo. Debieron evitar eso. Trabajé para tres presidentes. No creo que eso hubiera ocurrido con Reagan o con los dos Bush. No debieron haber puesto al presidente Obama en esa vergonzosa situación, porque este es un libro muy antiestadunidense y antieuropeo también, comentó en una entrevista con Newsmax TV.

Y agregó: Es un libro que tiene unos 30 años, escrito por un latinoamericano de ultraizquierda, un autor muy desconocido (sic). Y ahora (con su regalo) Chávez ha puesto este libro, me dicen, en la cúspide de la lista de ventas de Amazon.

Para Andrés Oppenheimer, columnista del Miami Herald, fue casi insoportable el gesto, algo comparado con la peor ofensa imaginable. “Cuando Chávez le entregó un ejemplar en español del libro del autor uruguayo Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, una diatriba cuyo tema de fondo es que la pobreza latinoamericana es causada por el imperialismo de Estados Unidos, Obama lo aceptó con una sonrisa. Cuando al presidente estadunidense le preguntaron más tarde los reporteros qué le parecía el regalo de Chávez, sonrió y dijo que ‘fue un gesto bonito… soy un lector’. Fue una respuesta curiosa, dado que el gesto de Chávez era el equivalente de regalarle Mein Kampf, de Adolf Hitler, a un presidente israelí”.

El incidente llegó hasta los monólogos cómicos de los programas nocturnos de las cadenas nacionales de televisión. Por ejemplo, David Letterman, en su programa Late Night, de CBS, comentó que “hay una cumbre ahora en Trinidad, con ese malévolo Hugo Chávez. La idea es abrir líneas de comunicación. Ese furtivo Chávez le dio un libro al presidente Obama –en español. Obama no lee en ese idioma. Sería como darle a George W. Bush… bueno, cualquier libro”.

En tanto, los políticos conservadores cuestionaron de inmediato la foto donde aparecen Obama y Chávez dándose la mano. Newt Gingrich, ex presidente republicano de la Cámara de Representantes, dijo que eso era apoyar a los enemigos de Estados Unidos. Por lo menos tres senadores, también republicanos, criticaron al presidente, calificando su saludo a Chávez como un acto irresponsable, tal vez mostrando su poca experiencia en asuntos internacionales y hasta insinuando que ese gesto había debilitado a la superpotencia.

En una entrevista con el conductor conservador Sean Hannity, en Fox News, el ex vicepresidente Dick Cheney también expresó su disgusto por la foto de Obama con Chávez. “Bueno, no creo que ayude… Tienes a millones de personas en todo Sudamérica observando cómo actuamos, y si ven a un presidente estadunidense acercándose a alguien como Daniel Ortega o Chávez, no creo que eso ayude, creo que establece una perspectiva equivocada”. Tampoco le gustó que el mandatario se disculpe tanto en nombre de Estados Unidos. “Lo que encuentro preocupante es que ha ido a Europa, por ejemplo, y pareció disculparse profusamente allí, y después en México, y ahí también ofrecer disculpas, y así… Uno tiene que ser muy cuidadoso. El mundo, tanto nuestros amigos como nuestros enemigos, rápidamente tomarán ventaja si creen que están negociando con un presidente débil o uno que no defenderá de manera agresiva los intereses estadunidenses”.

Obama ya esperaba las críticas e incluso comentó a reporteros que es poco probable que como consecuencia de saludar de mano y sostener una conversación amable con Chávez se pongan en peligro los intereses estratégicos de Estados Unidos. Agregó que este debate ya se había dado durante la contienda electoral del año pasado, con la idea de que si de alguna manera mostrábamos cortesía o abríamos un diálogo con gobiernos que previamente habían sido hostiles contra nosotros, esa sería una señal de debilidad. El pueblo estadunidense no aceptó eso, y hay una buena razón por la cual no se la tragó: porque no tiene sentido.

Un libro y una foto de un saludo cordial parecen haber provocado histeria y pánico entre algunos aquí. Al parecer, a veces las palabras de un periodista en busca de la verdad y una imagen son más poderosas que las espadas.

Mientras, el libro circula por todas partes –sigue en la lista de los más vendidos en Amazon y otros comercios– contaminando con ideas peligrosas a toda otra generación dentro de Estados Unidos y provocando, al parecer, mucho temor entre algunos autoproclamados guardianes de la historia oficial.

Por Jeff Franks

LA HABANA (Reuters) - La eliminación de algunas restricciones a Cuba por parte de Estados Unidos ha despertado las esperanzas de un cambio en los lazos entre Washington y La Habana, pero también la incertidumbre sobre si ambos gobiernos están muy entrampados en sus antiguas posturas para terminar con casi 50 años de enemistad.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha señalado que desea "refundar" las relaciones con el Gobierno comunista de la isla y su par cubano, Raúl Castro, respondió diciendo que estaba dispuesto a discutir "de todo" con Washington, pero trasladar las palabras a acciones será difícil, aseguran analistas.

Su escepticismo es compartido por los cubanos, quienes dicen que ansían el final del estancamiento pero de todas formas no pretenden esperanzarse demasiado.

La economista Maritza Ramos, de 44 años, dice que espera que Obama pueda cambiar las cosas radicalmente, pero no desea mostrarse muy optimista.

Mientras esperaba un autobús en La Habana, dijo creer que los deseos de los cubanos por ver que todo mejore en las relaciones son mayores que las posibilidades reales.

La reserva de los cubanos radica en parte en el hecho de que han estado en esta misma situación antes, cuando las relaciones que entraron en crisis luego de que Fidel Castro tomara el poder tras la revolución de 1959 se distendieron durante los gobiernos de los estadounidenses Jimmy Carter y Bill Clinton.

Ambos periodos terminaron de mala forma cuando Fidel Castro permitió que 125.000 cubanos huyeran a Estados Unidos en una embarcación en 1980, y en 1996 cuando aviones cubanos de combate derribaron dos naves frente a la costa de la isla, pilotadas por exiliados anti castristas.

Los dos incidentes llevaron a sospechas sobre la seriedad de las demandas de Cuba para el levantamiento del embargo estadounidense, al que culpa por muchos de los problemas de la isla

Los líderes cubanos niegan acusaciones de que el embargo les da cierta protección política, señalando que la prohibición comercial es una medida estadounidense, no de La Habana.

CONDICIONES

El problema es que Estados Unidos siempre ha insistido en que el embargo será levantado sólo cuando Cuba realice cambios políticos y económicos que son contrarios a la estructura ideológica y social del Gobierno de la isla.

Obama hizo lo mismo la semana pasada cuando concedió a cubano estadounidenses el derecho de viajar libremente a Cuba y enviar remesas a sus familiares de la nación caribeña, además de eliminar algunas restricciones a compañías de telecomunicaciones estadounidenses, todo supuestamente para buscar un cambio en la isla.

En declaraciones a reporteros en la Cumbre de las Américas que se realizó el pasado fin de semana en Trinidad y Tobago, el mandatario demócrata se comprometió a que Estados Unidos tomará más medidas para lograr avances en Cuba sobre el tema de los derechos humanos y prisioneros políticos.

"El pueblo cubano no es libre y esa es nuestra meta, nuestra estrella polar, cuando se trata de nuestra política hacia Cuba", declaró Obama.

Eso, según el abogado de Washington Robert Muse, quien se especializa en temas de Cuba, podría hacer difíciles mayores progresos debido a que la isla no aceptará interferencia estadounidense en lo que considera como sus asuntos domésticos.

"Poner condiciones pone un freno sobre cualquier intento de mejorar las relaciones con Cuba", señaló.

Analistas dudan de que La Habana otorgue demasiadas concesiones debido a que se siente como la víctima de años de interferencia estadounidense.


El diario Los Angeles Times asegura que 'Obama y Estados Unidos deberían hacer más para mantener las armas de asalto lejos de los cárteles de la droga en México

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desaprovechó la oportunidad de contener el flujo de armas de este país a México, durante la visita que esta semana realizó a la nación del sur, opinó hoy el diario Los Angeles Times.

'Es una verguenza que el presidente Obama haya perdido esa oportunidad y de alinearse a México en la lucha contra las armas de fuego y en donde en aquel país las ventas privadas de todas las armas son prohibidas', señaló el rotativo.

En su editorial, titulada 'Obama y Estados Unidos deberían hacer más para mantener las armas de asalto lejos de los cárteles de la droga en México', el diario criticó la postura del mandatario estadunidense ante el tráfico de armas a México.

'Sólo imaginen por un momento que en la guerra contra las drogas en Estados Unidos se hayan perdido más de 10 mil vidas en poco más de dos años y que el 90 por ciento de las 16 mil armas de asalto decomisadas fueran adquiridas en México', planteó el diario.

'¿Cuál habría sido la reacción del gobierno de Estados Unidos?', cuestionó.

¿Y cómo responderíamos si el presidente de México promoviera una campaña para reinstalar la prohibición de las armas de asalto reconociendo que esto podría tener una dificultad política con los seguidores de armas?', preguntó el rotativo.

'Probablemente en Estados Unidos no seríamos tan pacientes como lo ha sido el presidente (mexicano) Felipe Calderón, cuando se encontró en una posición a la inversa en su reunión con el presidente Obama en la ciudad de México', destacó.

En el encuentro entre ambos mandatario efectuado el jueves, Calderón hizo notar que el flujo de armas de asalto semiautomática y el poder de los cárteles de la droga se incrementó de manera considerable desde que la prohibición expiró en 2004.

'Sabemos que es un asunto políticamente delicado porque los estadunidenses defienden sus derechos constitucionales', expresó el presidente Calderón de manera diplomática.

Obama está en lo correcto cuando señala que hay caminos legales para contener el flujo de armas a México, consideró el rotativo.

Aunque su decisión de profundizar en la ratificación del Senado sobre el tratado de tráfico de armas adoptado por la Organización de Estados Americanos (OEA) hace 12 años es más simbólica que sustantiva, anotó.

Pese a que Estados Unidos anunció en fecha reciente un aumento de su personal en la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, sólo tiene unos 250 agentes para patrullar los casi cuatro mil kilómetros de la frontera con México, indicó el diario.

Agregó que aunque los récords de venta de los miles de negocios de armas a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México se supone que son auditadas cada año, la realidad es que la mayoría son auditadas de cada tres a seis años, aseguró Los Angeles Times.

Sugirió que la administración federal debería poner más recursos y ser más vigilante en reforzar las leyes existentes que prohiben a compradores en labor hormiga que lleven las armas a los cárteles o que las exporten sin ninguna licencia.

'Creemos que la guerra contra las drogas en México da otro fuerte argumento para restaurar la prohibición de 1994 en la venta de armas de fuego para que éstas no lleguen a las manos de civiles que aunque no finalizará esta guerra podría ayudar', concluyó.

Ciudad de México/dpa

Los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Estados Unidos, Barack Obama, coincidieron hoy en México en que sus países deben permanecer unidos por los fuertes lazos que tienen.

Obama inició hoy una visita de trabajo a México que culminará mañana temprano cuando parta hacia la V Cumbre de las Américas que se realizará en Trinidad y Tobago este fin de semana.

Calderón, quien recibió a Obama en la Ciudad de México, en la residencia oficial Los Pinos, sostuvo que los dos países tienen "la oportunidad de una nueva era de confianza", mientras que Obama declaró "como dijo John F. Kennedy los logros que nos unen no pueden quebrantarse".

Calderón le señaló a Obama que así como México necesita la inversión de Estados Unidos, a esa nación le es imprescindible para su desarrollo la presencia de los migrantes mexicanos.

Obama coincidio en que "nosotros estamos unidos por la frontera y lazos que van más lejos de eso".
Luego de la bienvenida los dos presidentes sostuvieron un encuentro privado que definieron como franco y excelente al dar un mensaje a la prensa.

Tras el encuentro privado, Obama y Calderón insistieron en que su reunión marca el inicio de una nueva era en la relación entre las dos naciones.

Los dos informaron que la violencia producto del narcotráfico, el contrabando de droga de México a Estados Unidos y el tráfico de armas y dinero en sentido contrario fueron los temas que más los ocuparon.

Sin embargo, Obama y Calderón señalaron que también hablaron sobre el tema migratorio, una relación comercial más fuerte, así como de darle una mejor infraestructura a la zona fronteriza entre las dos naciones, de poco más de 3.000 kilómetros.

El presidente estadounidense señaló que en la conversación coincidieron en que es necesario una mayor coordinación para combatir el narcotráfico y la violencia. También se comprometió a una política "más agresiva" hacia el interior de su nación y reconoció que su país debe frenar el tráfico de armas.

Calderón, quien aseguró que mantendrá la lucha contra los narcotraficantes para terminar con la violencia, explicó que sin cambiar la legislación estadounidense se puede detener el flujo de armas de alto poder que llegan a México desde Estados Unidos.

El presidente estadounidense declaró que está abocado a "arreglar el sistema migratorio" de Estados Unidos como un país de inmigrantes que son.

Los dos presidentes explicaron que también hablaron sobre cambio climático y que quieren fortalecer el comercio entre ambos. Obama aseguró que en todos los casos tomarán "decisiones juntos".

El presidente estadounidense dijo que considera que los asuntos ambientales y laborales deben de incluirse en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLACAN), pero advirtió que la negociación de ese tema debe ser realizada con cautela.

Previamente al arribo de Obama mineros en huelga, campesinos opuestos al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y organizaciones de inmigrantes indocumentados pidieron soluciones al presidente de Estados Unidos en varios temas frente a la Embajada estadounidense.

Por la noche Calderón ofrecerá una cena a Obama en el Museo Nacional de Antropología, que contiene la historia prehispánica y colonial de México.

La cancillería mexicana anunció que durante la cena, Obama sostendrá encuentros con los presidentes de los ocho partidos con representación en el Congreso, empresarios, sindicalistas y académicos


Entre medidas de seguridad que no se diferencian mucho de las que le protegieron hace una semana en Irak, Barack Obama cruzó ayer la frontera sur para expresar su voluntad de ganar una guerra más cercana, más violenta y de aún más inciertas perspectivas. En la capital de México, un lugar inusual para un presidente de Estados Unidos, Obama se comprometió a poner todo lo que sea posible de su parte para derrotar a las mafias del narcotráfico.

Es "absolutamente esencial" que EE UU se sume "como socio pleno" a los esfuerzos mexicanos contra el narcotráfico, y tome medidas contra el comercio ilícito de armas y la financiación de los carteles, dijo Obama en la ceremonia de bienvenida en el palacio presidencial de Los Pinos, tras su llegada a la capital mexicana, la primera de un presidente estadounidense en 12 años.

En un breve discurso, Obama aseguró que la relación bilateral es "fuerte, pero puede ser aún más fuerte. (...) Debemos trabajar juntos para conseguir un crecimiento económico sostenible, que se produzca desde abajo arriba, para que todos, y especialmente los jóvenes, puedan alcanzar su potencial", destacó el presidente.

Gran parte del objetivo de este viaje, el primero de Obama a América Latina en toda su vida, era precisamente el de poner todo el peso de la popularidad y el prestigio del nuevo líder norteamericano en respaldo de Calderón, cuya labor Obama calificó ayer de "heroica". "Esta visita es una muestra de respeto a México y a la labor de su presidente", manifestó un alto funcionario de la Casa Blanca. Calderón, que ganó por un puñado de votos unas elecciones discutidas e involucró después al Ejército en una ofensiva contra el narcotráfico que se ha cobrado ya más de 10.000 vidas, está necesitado, por supuesto, de todo el apoyo que Obama sea capaz de ofrecer para sobrevivir con éxito a esa guerra.

Esta visita, antes de cumplir los 100 días en la Casa Blanca, y la asunción por parte de Obama de las responsabilidades que Estados Unidos tiene en la alimentación de esa guerra -a través del consumo de drogas y de la venta de armas a las mafias- son gestos que pueden servir para crear el marco de una cooperación necesaria entre los dos países. Pero, aparte de eso, los progresos ostensibles son lentos.

Obama no parece aún en condiciones de satisfacer las principales demandas mexicanas, mientras que tampoco México es un aliado exento de complicaciones para el presidente norteamericano ante su política doméstica.

Las relaciones entre México y Estados Unidos son un territorio complejo en el que se acumulan asuntos como la inmigración, el comercio, los derechos humanos y la seguridad, todo ello aderezado por una larga historia de recelos y desavenencias mutuas. En estos momentos, esa agenda parece relegada a un segundo plano por la urgencia del combate al narcotráfico, que está siendo ya una amenaza también para muchas ciudades fronterizas del lado norteamericano.

Acuciado por esa presión, Obama ha tomado ya algunas medidas. La última, horas antes de llegar a México, fue la de incluir a tres carteles mexicanos (Sinaloa, Los Zetas y Familia Michoacana) en la lista negra de organizaciones mafiosas contra las que las autoridades norteamericanas pueden actuar congelando sus bienes y persiguiendo sus negocios dentro de EE UU. En cuanto a la limitación del abastecimiento de armas por parte de los carteles, Obama anunció ayer únicamente que solicitará al Senado la ratificación de un tratado interamericano para la lucha contra el tráfico de armas que fue firmado en 1997 por Bill Clinton pero que nunca consiguió el refrendo del Congreso norteamericano.

Pocos días antes, la Administración norteamericana había reforzado la presencia de agentes de seguridad en la frontera, incrementado los sistemas de control y había nombrado a Alan Bersin como nuevo responsable de todos los problemas derivados del narcotráfico mexicano, una especie de zar de la frontera.

Todo eso puede ayudar a incrementar algo la impermeabilidad fronteriza. Pero México quisiera acciones más enérgicas en las dos áreas en las que la responsabilidad norteamericana es más clara: el comercio de drogas y la venta de armas. Se calcula que los carteles del narcotráfico obtienen cerca de 40.000 millones de dólares (unos 30.000 millones de euros) al año por la venta de sus productos en EE UU. Ese dinero es lavado allí o trasladado impunemente de vuelta a México.

Aún más sangrante resulta el caso de las armas. En EE UU existen cerca de 80.000 puntos legales de venta de armas, muchos de ellos en ciudades próximas a la frontera donde las leyes para su compra y exportación son extraordinariamente permisivas. Sólo en Houston (Tejas) los narcotraficantes pueden elegir entre cerca de 1.500 diferentes establecimientos en los que comprar legalmente fusiles AK-47, cargarlos en el maletero y cruzar la frontera, casi siempre libre de inspecciones, en dirección sur.

El Gobierno mexicano ha aprehendido en los dos últimos años y medio más de 35.000 armas compradas en EE UU. Las autoridades de este país calculan, sin que lo discutan en el norte, que el 90% del armamento en poder de los carteles es adquirido al otro lado de la frontera. La medida más obvia para evitar ese tráfico sería la de imponer mayores controles a la venta de armas, al menos en los Estados fronterizos. Pero eso cuenta con una fuerte oposición de parte de la población de esos Estados por tradición y por negocio y del principal lobby de ese sector, la Asociación Nacional del Rifle, que considera que, si se restringe la venta de armas, los narcotraficantes encontrarían otros medios para abastecerse mientras que los ciudadanos quedarían más indefensos. Obama no parece dispuesto, por ahora, a contradecir ese argumento.


El líder cubano Fidel Castro alterna alabanzas, descalificaciones, reclamos y advertencias en sus escritos de la última semana sobre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a quien cree un hombre de "buena fe", pero incapaz de cambiar el rumbo del "imperio" norteamericano.

Las siguientes son algunas frases del ex mandatario de 82 años, aún primer secretario del gobernante Partido Comunista, en las "Reflexiones" divulgadas del 7 al 14 de este mes por los medios informativos cubanos, todos oficiales:

-- 7 de abril (Artículo "Encuentro con Bárbara Lee y otros miembros del Caucus Negro").-

"Le hice una pregunta (al congresista Bobby Rush) sobre el sentido de su afirmación: 'Obama puede mejorar las relaciones con Cuba, pero Cuba debe ayudar a Obama'. Nosotros no éramos agresores ni amenazábamos a Estados Unidos. Cuba no disponía de alternativa alguna que le permitiera tomar la iniciativa".

"Partíamos de la seguridad de que sus palabras (de Obama) eran sinceras y lo habíamos afirmado públicamente antes y después de su elección. Expresábamos a la vez el criterio de que las realidades objetivas eran, en Estados Unidos, más poderosas que las sinceras intenciones de Obama".

-- 8 de abril (Columna "Las contradicciones en la política exterior de Estados Unidos).-

"Después de la Cumbre del G-20 que ocupó la atención del mundo, continuaron llegando noticias a través de las agencias cablegráficas sobre la febril actividad de quien fuera la estrella en Londres, el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama".

"Son evidentes las formas contradictorias con que se expresan las ideas del presidente norteamericano (...) De nuevo la audacia y las contradicciones se expresan en la primera cumbre del presidente de Estados Unidos con la Unión Europea en Praga".

"Aunque portador de las contradicciones señaladas, con una salud a toda prueba, como una máquina de trabajo y mente ágil, el presidente negro realizó con incuestionables resultados políticos su primera visita al exterior. Ciertamente en nada se parece a su predecesor" (George W. Bush).

-- 13 de abril ("Del bloqueo no se dijo una palabra").-

"Están creadas las condiciones para que Obama emplee su talento en una política constructiva que ponga fin a la que ha fracasado durante casi medio siglo".

"Nuestro país, que ha resistido y está dispuesto a resistir lo que sea necesario, no culpa a Obama de las atrocidades cometidas por otros gobiernos de Estados Unidos. No cuestiona tampoco su sinceridad y sus deseos de cambiar la política y la imagen de Estados Unidos".

"Ahora solo falta que Obama persuada allí (en la Cumbre de las Américas) a todos los presidentes latinoamericanos que el bloqueo es inofensivo. Cuba ha resistido y resistirá. No extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas. Seguirá adelante con la frente en alto, cooperando con los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, haya o no Cumbres de las Américas, presida o no Obama los Estados Unidos, un hombre o una mujer, un ciudadano blanco o un ciudadano negro".

-- 14 de abril ("Días que no pueden ser olvidados").-

"La medida de aliviar las restricciones a los viajes (de estadounidenses con familiares en Cuba) en sí es positiva, aunque mínima. Hacen falta otras muchas, incluida la eliminación de la Ley asesina de Ajuste Cubano".

"No deseamos lastimar a Obama en lo más mínimo, pero él será presidente durante uno o dos períodos. No tiene responsabilidad con lo ocurrido y estoy seguro de que no cometería las atrocidades de Bush. Tras él, sin embargo, puede venir otro igual o peor que su antecesor".

"Existen otros problemas gravísimos como el cambio climático, y el presidente actual de Estados Unidos ha decidido cooperar en ese problema vital para la humanidad. Debemos reconocerlo".

"Hace 48 años, fuerzas mercenarias al servicio de una potencia extranjera invadieron a su propia patria, escoltadas por la escuadra de Estados Unidos (....) Esa fecha no puede ser olvidada. La gran potencia del norte puede aplicarle la misma receta a cualquier país latinoamericano (...) ¿Existe alguna declaración donde se prometa que nunca más se va a repetir tal acción (...)?".

-- 14 de abril ("No hay descanso para el mundo").-

"Durante la Cumbre (del G-20) de Londres, el 4 de abril, presidida por Gordon Brown como anfitrión del evento, según cuentan fuentes de total crédito, el primer ministro de Gran Bretaña se comportó visiblemente despectivo con los participantes del Tercer Mundo. Trató con prejuicios al propio Obama por su condición de hombre negro".

Gustavo Madero, sostuvo que la visita de Obama los días 16 y 17 de abril es “una magnífica noticia en todos los frentes”

CIUDAD DE MÉXICO.- Las bancadas perredista, priista y panista en el Senado afirmaron que la visita a México del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es una oportunidad para llegar a acuerdos sobre seguridad, combate al narcotráfico y migración.

En entrevista el líder de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, sostuvo que la visita de Obama los días 16 y 17 de abril es “una magnífica noticia en todos los frentes” y confirma la importancia que da a la relación con México.

El presidente del Senado aseveró que la llegada de Obama a México abre el espacio para mejorar y estrechar la relación de los dos países en los términos políticos y de acuerdos mutuos.

“Es una gran oportunidad para llegar a acuerdos en temas como seguridad pública, lavado de dinero, tráfico de armas y combate al narcotráfico”, subrayó el legislador por Chihuahua.

Madero Muñoz recordó que el Presidente Felipe Calderón fue el único jefe de Estado en funciones al que recibió Obama antes de tomar posesión de su cargo como presidente de Estados Unidos, y en su visita a México continuarán con dicho diálogo.

A su vez, el vicecoordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Silvano Aureoles, opinó que en su visita Obama debe enfocarse en rubros de la agenda bilateral como el tráfico de armas, la reforma migratoria y el crimen organizado.

De nada servirá la presencia de Barack Obama en México si no plantea propuestas concretas en temas binacionales, por lo que su visita “no debe ser solamente una ocasión para la foto, la propaganda o los artículos de moda”, subrayó Aureoles Conejo.

Debe haber “acuerdos muy concretos. No nos vayamos por el lado de la propaganda, lo que queremos son cosas concretas, acuerdos y qué va a hacer Estados Unidos en la parte que le toca”, expuso.
“La visita de Obama a México debe ser el escenario para discutir una reforma migratoria que reconozca el trabajo de los mexicanos en Estados Unidos y no vulnere sus derechos humanos”, insistió el senador por Michoacán.

En tanto el senador Heladio Ramírez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), opinó que el Gobierno de México tiene que solicitar a Obama en su visita que se revise el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en su rubro agropecuario y que se llegue a acuerdos en el tema migratorio.

HISTORIA: La primera reunión oficial entre los presidentes de Estados Unidos y México en nuestro país se llevó a cabo el 16 de octubre de 1909. Este encuentro fue sostenido por los entonces mandatarios Porfirio Díaz (derecha) y William H. Taft, en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Felipe Calderón recibió una calificación sobresaliente con una aprobación popular de 68% (tercer lugar en el Continente Americano), mientras que Barack Obama es aprobado por 61% de los estadounidenses (quinto lugar), según una encuesta de Consulta Mitofsky

Apartan tres pisos
Preparan “búnker” en hotel capitalino

CIUDAD DE MÉXICO.- El Estado Mayo Presidencial y el Servicio Secreto estadounidense ultiman los detalles de la visita del jueves que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizará a México.

Por cuestiones de seguridad se evalúa la posibilidad de que la ceremonia de recepción se lleve a cabo en Los Pinos y no en el Campo Marte donde habitualmente se da la bienvenida a algunos mandatarios que visitan el país.

El hotel Presidente Intercontinental también se prepara para recibir a la comitiva del presidente de Estados Unidos, que permanecerá en México los próximos días jueves y viernes.

Miembros del equipo de la Casa Blanca, cuya identidad no se han confirmado, “ya están instalados y preparando todo” desde los tres pisos de habitaciones que rentaron y a los que el público no tiene acceso, confirmó personal del hotel.

Aunque las actividades en el lugar se llevan a cabo normalmente, ya se observa la presencia de elementos del Estado Mayor Presidencial y, afuera, del Servicio Secreto de Estados Unidos.

También se señaló que no se rentaron salones del hotel para
trabajos del mandatario y su comitiva, sino que solamente fueron los tres pisos —no se informó cuáles— de habitaciones con todos los servicios.

Si bien el personal aseguró que sería hasta hoy cuando los encargados de relaciones públicas podrían ofrecer información precisa, señalaron que probablemente sea el Estado Mayor Presidencial el que se encargue de la seguridad.

En el lobby, a un costado de los elevadores, está instalada una mesa atendida por ocho personas que registran a todos los involucrados con la visita del mandatario estadounidense y su equipo, incluyendo los reporteros que lo acompañarán desde Washington DC.

Se prepara todo desde ahora para que no perder tiempo durante el jueves y el viernes próximos, señalaron las personas consultadas en la mesa, aunque insistieron en que no podrían hacer declaraciones. (El Universal)

REPRESENTANTE DE MÉXICO EN EU
Sarukhan urge frenar en Estados Unidos armas y dinero al narco

CIUDAD DE MÉXICO.- Al asegurar que 90% de las armas que confieren un alto poder de fuego a los cárteles de la droga provienen de Estados Unidos, el embajador de México Arturo Sarukhan, consideró ayer que el fin a la prohibición sobre la venta de armas de asalto y semiautomáticas, que expiró en el país del Norte en 2004, está directamente relacionada con el aumento de la violencia y el número de víctimas mortales que —entre 2008 y 2009— ha escalado hasta las siete mil personas.

En declaraciones realizadas al programa Face the Nation de la cadena CBS, Sarukhan no pidió directamente al Congreso de Estados Unidos el restablecimiento de dicha prohibición que expiró ante las presiones del partido republicano y de organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

Consideró, sin embargo, que “su restablecimiento podría tener un profundo impacto en el número de armamento de grueso calibre que va a parar a México”.

“El asunto clave ahora es saber cómo Estados Unidos nos puede ayudar a cortar ese tráfico de armas y dinero que permite a los carteles de la droga en México contar con los recursos necesarios para corromper, para sobornar y para asesinar”, dijo Sarukhan en una entrevista difundida a sólo tres días de la primera visita oficial del presidente Barack Obama a México.

El tráfico de dinero y armamento, que tendrá un carácter prioritario durante el encuentro que sostendrá el Presidente Felipe Calderón con el presidente Obama, forma parte además de una de las iniciativas que el Congreso mexicano intentará incorporar a la agenda del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que preside México.

Los intentos del Gobierno de Felipe Calderón, por conseguir el apoyo de Estados Unidos en la lucha contra el contrabando de armas de alto poder que han permitido a los cárteles de la droga disputar el monopolio de la violencia al Estado mexicano, se ha enfrentado a las resistencias de un grupo de legisladores demócratas y republicanos que se han convertido en correa de transmisión de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) para asegurar que el grueso del armamento que llega a los sicarios del narcotráfico no proviene del vecino país, sino de países tan distantes como Israel y a través de la Frontera Sur de México.

“Ciertamente, la mayoría de las granadas que hemos incautado provienen de Centro y Sudamérica, pero la mayoría de las armas de asalto, 90%, provienen de Estados Unidos”, aseguró Sarukhan cuando se le preguntó si acaso sus cálculos de tráfico de armamento que llega a través de la frontera con la Unión Americana no eran exagerados ya que algunos legisladores republicanos han considerado que el tráfico de armas de asalto a México apenas está en 17 por ciento.

“Las cifras no son nuestras sino que son cifras compartidas con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF)”, enfatizó.

Finalmente, el embajador de México en Estados Unidos consideró como “muy efectivas y productivas” las medidas anunciadas el pasado 23 de marzo por la secretaria de Seguridad Interna (DHS), Janet Napolitano, para reforzar la seguridad fronteriza con el envío de más agentes y pertrechos y elevar al mismo tiempo el grado de cooperación con las agencias policiales en México para tratar de frenar el tráfico de armamento y de dinero.

El embajador Arturo Sarukhan presentó estadísticas que muestran que 90% de las armas de fuego que utilizan los cárteles de las drogas en México llegan de Estados Unidos.

El Gobierno de México prefiere que Estados Unidos despliegue agentes que detengan el trasiego de armas hacia el Sur, en lugar de tropas de la Guardia Nacional. Arturo Sarukhan, embajador mexicano en Estados Unidos.

Nuevas propuestas
Impulsan más ayuda antidrogas para México

WASHINGTON.- El presidente Barack Obama llegará a México en momentos en que la Casa Blanca y el Congreso impulsan dos propuestas para aumentar los recursos antidrogas a la Frontera Sur, un mes después del recorte de fondos para la Iniciativa Mérida.
Obama decidió incluir recursos para asistencia antidrogas a México y la frontera por 350 millones de dólares en un nuevo paquete de gastos suplementarios por 83.4 mil millones de dólares, la mayor parte de los cuales serán canalizados a las guerras en Iraq y Afganistán.

Los recursos buscan complementar los gastos del Pentágono para el año fiscal 2009, que concluye el 30 de septiembre de este año.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dejó en claro que la petición presidencial demanda una “urgente atención” del Congreso.

Aunque aún no existe un desglose del Departamento de Defensa sobre el uso de los 350 millones, de ser aprobados, se podrían destinar a compensar gastos recortados a la Iniciativa Mérida en materia de entrenamiento, así como al refuerzo en la frontera, dijo.
Asimismo, en el Congreso avanzó una iniciativa que asigna 550 millones de dólares a la contratación de más de dos mil agentes en apoyo a la lucha antidrogas en la frontera con México.

La iniciativa, impulsada por los senadores Joe Lieberman, Susan Collins y una decena de copatrocinadores, deberá ser ahora objeto de análisis en una conferencia bicameral.

La propuesta fue incluida sólo en el proyecto presupuestal del Senado, pero no en la Cámara de Representantes.

Debido a que se trata de versiones presupuestales distintas, los líderes de la Cámara baja y del Senado deben convocar a una conferencia bicameral para unificar el proyecto, la cual podría iniciar después del viaje de Obama a México y a la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago.

La iniciativa sobre la frontera con México deja en claro que los fondos son necesarios para aumentar los recursos contra la violencia del narcotráfico en México.

Un total de 260 millones de dólares serían usados para la contratación de mil 600 agentes y 400 equipos caninos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Otros 50 millones de dólares permitirían a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) contratar 150 investigadores y 50 inspectores para analizar el tráfico de armas en la frontera mexicana. (NTX)

WASHINGTON, 9 Abr 2009 (AFP) -

El presidente de Estados Unidos Barack Obama habló este jueves con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, para discutir la próxima cumbre de las Américas en ese país caribeño, dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.

"El presidente espera participar en la Cumbre y habló con el primer ministro sobre el deseo compartido de enfocarla en los desafíos comunes que enfrentan los pueblos de las Américas", dijo Gibbs.

La Cumbre tendrá lugar entre el 17 y el 19 de abril en Trinidad y Tobago y será la presentación formal de Obama en el ámbito americano.

LA HABANA (AFP) — El líder Fidel Castro consideró "contradictoria" la política exterior del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pero destacó que alcanzó "incuestionables resultados" en su primera gira internacional, según un artículo publicado este jueves en la prensa local.

En su escrito "Las contradicciones en la política exterior de Estados Unidos", Castro, de 82 años, consideró que esas "contradicciones" se vieron en la gira de ocho días que realizó Obama por Francia, Alemania, República Checa y Turquía una vez concluida la cumbre del G-20 en Londres.

Castro, alejado del poder desde julio de 2006 por una crisis de salud, criticó particularmente el apoyo expresado por Obama en Francia y Alemania a la extensión hacia el este de la OTAN.

"¿Acaso alguien duda de que la OTAN es una organización belicosa y agresiva, que amenaza no sólo a Rusia sino también a otros países en cualquier parte del mundo?", se preguntó el ex gobernante.

Para Castro la "audacia y la contradicción" de Obama se mostraron en la Cumbre Estados Unidos-Unión Europea, donde el presidente estadounidense prometió "liderar los esfuerzos por un mundo sin armas nucleares".

El ex gobernante destacó que en Praga Obama dijo que "afirmar que las armas nucleares son inevitables es como decir que el uso de las armas nucleares es inevitable", pero luego destacó que el escudo espacial que proyecta su país en territorio europeo es un programa que responde a "las amenazas nucleares de iraníes".

"Son evidentes, las formas contradictorias con que se expresan las ideas del presidente norteamericano", comentó Castro, al destacar las declaraciones de Obama en el sentido de que "dentro de cuatro u ocho años se podrá decir si he seguido las mismas políticas o han cambiado las cosas".

"Aunque portador de las contradicciones señaladas, con una salud a toda prueba, como una máquina de trabajo y mente ágil, el presidente negro realizó con incuestionables resultados políticos su primera visita al exterior".

"Ciertamente en nada se parece a su predecesor", concluyó Castro, quien en un artículo que dedicó el miércoles a su encuentro con tres congresistas estadounidenses de visita en la isla, reiteró su criterio de que "las realidades objetivas eran, en Estados Unidos, más poderosas que las sinceras intenciones de Obama".

Estrasburgo / Oviedo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se marchó ayer satisfecho de la cumbre del LX Aniversario de la OTAN, que concluyó en Estrasburgo, en la que consiguió arrancar a sus aliados europeos el compromiso de enviar 5.000 militares y 100 millones de dólares (74 millones de euros) más a Afganistán.

«Esta no era una conferencia de donantes y, sin embargo, recibimos el tipo de compromiso que históricamente no se recibe en conferencias como ésta», explicó Obama, que insistió en calificar de «significativo» el número de soldados comprometido.

«Nuestros esfuerzos en Afganistán han carecido durante demasiado tiempo de los recursos necesarios para lograr nuestras metas en ese país», subrayó. Y añadió: «Hoy (por ayer) hemos empezado a adecuar los recursos a las necesidades».

Alemania ha ofrecido 600 soldados; España, 450; el Reino Unido aportará 900, y Francia e Italia también aportarán más personal, anunció la Casa Blanca. Sin embargo, de los cerca de 5.000 efectivos, en torno a 3.000 tendrán una misión de corta duración, la de reforzar la seguridad de las elecciones del 20 de agosto en Afganistán.

El resto se dedicará al adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas, una tarea para la que los aliados crearán un nuevo fondo de 100 millones de dólares, de los que 57 procederán de Alemania.

EE UU, recordó Obama, ya ha tomado medidas para reforzarse y enviará cerca de 21.000 soldados más, pero Washington «no puede hacer frente a este desafío solo».

La formación de las fuerzas afganas para que puedan hacerse cargo de la seguridad de su propio país es una de las prioridades de la nueva estrategia para Afganistán y Pakistán, centrada en la destrucción de Al Qaeda, que Obama desveló la semana pasada en Washington y que ayer presentó a los aliados.

Como parte de esa nueva estrategia, la Alianza anunció la creación de una misión de formación en el seno de la ISAF con el objetivo de supervisar el entrenamiento del Ejército y la Policía afganos.

La declaración final de la cumbre dejó abierta la posibilidad de colocar bajo este paraguas la misión de gendarmes, guardias civiles y carabineros impulsada por Francia para el entrenamiento de un cuerpo militar. Permanecería fuera de este mando la misión de la UE de entrenamiento de la Policía afgana, Eupol.

Los aliados dieron su visto bueno con entusiasmo a esa estrategia, que, según afirmó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, «coincide palabra por palabra con lo que los europeos llevábamos tiempo pidiendo»: un refuerzo de la presencia civil y un hincapié en la formación de las fuerzas afganas.

Tanto Sarkozy como la coanfitriona de la reunión, la canciller alemana Angela Merkel, tuvieron palabras de caluroso elogio para Obama y el «liderazgo» que, según ellos, demostró durante la cumbre.

La OTAN dio la bienvenida a dos nuevos socios, Croacia y Albania, celebró la reincorporación de Francia a la estructura militar, después de 43 años de ausencia, y revitalizó la relación con Rusia.

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