El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó hoy un presupuesto de 3,5 billones de dólares que incluye planes de redistribución de la riqueza y un mayor gasto público para atacar la recesión de la economía del país y reformar el ineficiente sistema de Salud pública.

"Unas veces te puedes permitir redecorar tu casa, otras sólo puedes centrarte en reconstruir sus cimientos", dijo Obama al presentar su proyecto de presupuesto para el años fiscal 2010, que abarca los esfuerzos del presidente de sacar al país de su peor crisis financiera desde la Gran Depresión, hace 80 años.

Además de enviar al Congreso su presupuesto de 3,5 billones de dólares, que contempla subir impuestos a quienes más ganan, recortar gastos militares y reducir los costos de las guerras en Afganistán e Irak, Obama propuso otros cambios más inmediatos que llevarán el gasto público de este año hasta los 3,94 billones.

Para el corriente año fiscal, que comenzó durante la gestión del anterior presidente, George W. Bush, el presupuesto prevé un déficit de 1,75 billones de dólares, lo que representa un 12,3% del PBI nacional, el mayor porcentaje en relación al valor total de la producción dentro del país desde la Segunda Guerra Mundial.

Para el año fiscal 2010, que comienza el próximo 1 de octubre, el presupuesto indica un déficit menor de 1,17 billones de dólares, y Obama reiteró su promesa de poner bajo control el rojo en las cuentas públicas en los próximos años con aumentos de impuestos y recortes de gastos.

"Mientras que debemos incrementar nuestros déficits en el corto plazo para dar alivio inmediato a las familias y poner nuesta economía en movimiento, sólo restaurando la disciplina fiscal es que podremos generar un crecimiento sostenido", dijo Obama en la Casa Blanca, citado por la cadena de noticias CNN.

Como parte de los planes para resolver la crisis financiera, el mandatario propuso también al Congreso disponer de hasta 250.000 millones de dólares más para el programa oficial de salvataje de bancos e instituciones de crédito.

El gobierno aún no tiene planes de usar estos fondos extra, pero quiere que los fondos se incluyan como parte de un "reservorio demasiado conservador" en caso que sea necesario echar mano al dinero, informaron colaboradores del presidente.

Si la administración finalmente decide inyectar estos fondos al sistema bancario, la plata lograría financiar hasta 750.000 millones de dólares en compra de activos, agregaron las fuentes. Esta última cifra implicaría doblar los 700.000 millones de dólares del paquete de salvataje financiero que el Congreso aprobó en octubre pasado.

El presupuesto debe ser aprobado por el Congreso para entrar en vigor, y se espera que el tema sea motivo de una dura discusión en el Capitolio con la oposición republicana, que rechaza los planes de aumentar impuestos a los más solventes y está preocupada por los gigantescos déficits para relanzar la economía. Sólo tres senadores republicanos apoyaron la ley de estímulo económico de 787.000 millones de dólares promulgada por Obama la semana pasada.

El presidente demócrata habló hoy de "duras decisiones por delante" y calificó su proyecto de presupuesto una "explicación honesta" sobre dónde está el país y hacia adónde planea ir. Pero los republicanos dijeron que Obama eludía esas duras decisiones en favor de multiplicar el déficit y subir impuestos.

"El pueblo estadounidense merece un presupuesto que ponga primero la disciplina fiscal y el empleo.
El presupuesto ofrecido por la administración Obama desatiende ambas cuestiones", dijo el representante republicano Mike Pence. Obama, que asumió el 20 de enero pasado, prometió recortar los déficts que heredó de Bush -y que él mismo incrementará con su paquete de estímulo económico- en los próximos años, llevándolos hasta 533.000 millones, o el 3% del PBI, para 2013.

Los mayores impuestos y un recorte de gastos en Irak serán los pilares para reducir el agujero fiscal. El presupuesto pide 75.500 millones de dólares para las guerras de Irak y Afganistán para el resto del actual año fiscal.

También solicita 130.000 millones para ambos conflictos para 2010, menos que los 140.000 millones que proyecta para este año. Washington gastó unos 190.000 millones en las guerras en 2008.

Se espera que Obama retire las tropas esatdounidenses de Irak en agosto del año próximo, según adelantó la prensa del país. Con la nueva política fiscal, el gobierno quiere incrementar los ingresos del Estado en unos 318.000 millones de dólares en los próximos 10 años, con lo que se financiará la mitad del fondo de reserva de 634.000 millones de dólares con el que quiere transformar el sistema de Salud público.

Otra de las caras prioridades será la intención de Obama de dar a todos los chicos de Estados Unidos "una educación completa y competitiva" y ampliar el acceso a las mejores instituciones educativas.

El presupuesto proyecta una contracción económica para el año calendario 2009 de un 1,2% y un crecimiento de un 3,2% en 2010. El plan prevé una aceleración del crecimiento hasta un 4% en 2011 y un 4,6% en 2012. El proyecto de Obama también espera que el desempleo promedio de 2009 sea de 8,1%..

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgará hoy su medida estrella para salir de la crisis, un ingente plan de estímulo de 787.000 millones de dólares (casi 623.000 millones de euros) para intentar sacar a flote la maltrecha economía del país, después de dos meses de intensas negociaciones que comenzaron tras su victoria electoral y que concluyeron el viernes con su aprobación en el Congreso. Aunque se trata de la primera gran victoria del nuevo inquilino de la Casa Blanca, en cierto modo es amarga porque su paquete no ha logrado el apoyo de los republicanos pese a sus continuos llamamientos a dejar de lado los intereses partidistas.

Se trata del mayor plan económico de la historia de Estados Unidos, aprobado después de que la Cámara de Representantes lo ratificara el pasado viernes por 246 votos a favor y 183 en contra, sin el apoyo de ningún republicano e incluso sin el de varios demócratas, mientras que en el Senado salió adelante por la mínima después de que la mayoría demócrata consiguiera el 'sí' de tres senadores republicanos que permitieron alcanzar los 60 votos necesarios.

Días antes, ambas cámaras legislativas habían aprobado sus propios textos sobre el plan, por lo que hizo falta una comisión bicameral para negociar una propuesta final, que es la que firmará mañana el presidente Obama en la Casa Blanca. Un 34% del monto del plan se destinará a rebajas fiscales y un 64% a inversiones. La Cámara baja proponía un plan de 819.000 millones de dólares (más de 648.000 millones de euros), mientras que el de la Cámara alta contemplaba 838.000 millones (casi 664.000 millones de euros).

La versión final plantea la creación de más de 3,5 millones de empleos, por encima de lo que se mencionaba en la propuesta original del Senado, y una reducción considerable de los gastos previstos en la de la Cámara de Representantes, principal punto de fricción entre republicanos y demócratas. Además, se mantiene la rebaja de impuestos que beneficiará al 95% de los trabajadores, una de las promesas de campaña de Obama.

"HITO EXTRAORDINARIO"

En su discurso semanal, Obama recordó este fin de semana que su plan marcará un "hito extraordinario" en el camino para la recuperación del país ya que ayudará a salvar o crear más de tres millones de puestos de trabajo, gracias a la inyección de 787.000 millones de dólares (casi 623.000 millones de euros) en la economía estadounidense, que serán destinados en su mayor parte al desarrollo de proyectos de infraestructuras y educación.

Desde que se instaló en Washington, a principios de año, a la espera de su toma de posesión, que tuvo lugar el 20 de enero, Obama se dedicó de lleno a "vender" su propuesta tanto en el Capitolio, con numerosos encuentros con destacados legisladores del Congreso, como en las calles, con varias visitas a distintos puntos del país, sobre todo en zonas duramente golpeadas por la crisis.

Además, la primera rueda de prensa formal que ofreció el presidente en la Casa Blanca, que fue en horario de máxima audiencia, estuvo centrada en el plan de estímulo y en la importancia y "urgencia" de que el Congreso aprobara el proyecto, algo que también acaparó la primera ronda de entrevistas que Obama concedió a las principales cadenas de televisión del país.

Prueba de las dificultades que atravesó el texto en el Congreso es que el día de la votación final en el Senado hizo falta que la Casa Blanca pusiera un avión oficial a disposición de un senador demócrata por el estado de Ohio para que regresara a Washington a emitir su voto tras asistir al funeral de un familiar, sufragio número sesenta sin el cual la propuesta no habría salido adelante.

VICTORIA CON SABOR AGRIDULCE

Muchos analistas del país y los editoriales de los principales diarios de referencia de Estados Unidos coincidieron en señalar que aunque Obama logró una importante victoria con la aprobación de este plan, en el que mañana estampará su firma, fracasó estrepitosamente en sus esfuerzos por conseguir que fuera una medida consensuada por ambos partidos, en un intento por cambiar viejas prácticas en Washington muy criticadas por la población.

En su último mensaje de este fin de semana, el presidente quiso agradecer a los miembros del Congreso "el consenso alcanzado para aprobar" el plan de estímulo tras un debate "vivo y repleto de saludables diferencias de opinión", aunque sin mencionar el hecho de que finalmente no se lograra atraer el apoyo del ala conservadora del Capitolio e incluso se hiciera patente el rechazo de ciertos sectores demócratas.

A la dura confrontación de los republicanos en el Capitolio en contra del plan también se sumó otro hecho que frustró los intentos de Obama de conformar un gabinete abierto a todas las corrientes: la renuncia del senador Judd Gregg a ocupar la secretaría del Departamento de Comercio que le había propuesto el presidente. Dijo que, después de mucho pensarlo, existían diferencias ideológicas insalvables con las posturas defendidas por el nuevo mandatario y las suyas propias.

RESULTADOS INMEDIATOS

Mientras que desde el Partido Republicano aseguran que es "poco probable" que el plan de Obama ayude a estimular el crecimiento económico, alegando que hacía falta una mayor rebaja fiscal y menos gastos a su juicio innecesarios, uno de los principales asesores de Obama aseguraba que los resultados se verán de forma inmediata, ya que ayudará a recuperar la confianza y hacer frente a algunos de los principales retos que afronta el país.

Obama ha recordado en repetidas ocasiones que la grave crisis económica que vive el país puede agravarse de forma indefinida y terminar en catástrofe si la Casa Blanca no actúa de inmediato, tras poner de manifiesto que los niveles de desempleo se encuentran ya por encima del 7,5%, con una destrucción de empleo sin precedentes y con centenares de empresas anunciando recortes de personal casi a diario.

Entre otras cosas, la propuesta del presidente incluye un importante plan de obras públicas para mejorar las infraestructuras del país, lo cual se espera que ayude a crear muchos puestos de trabajo, así como el impulso de las energías alternativas, uno de los principales aspectos resaltados por Obama durante toda la campaña electoral y en sus primeras semanas en la Casa Blanca.

Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmará el plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares (610.000 millones de euros) el martes en Denver, según informó la CNN, citando a dos altos cargos del Gobierno.

Obama elogió el sábado la aprobación por parte del Congreso del proyecto de ley de estímulo como un "gran hito en nuestro camino hacia la recuperación" y prometió actuar con rapidez para que el plan comience a funcionar.

"Firmaré este proyecto para convertirlo en ley pronto, y comenzaremos a hacer inmediatamente las inversiones necesarias para hacer que la gente vuelva al trabajo", dijo Obama en su discurso semanal de radio desde Chicago, después de su gran victoria legislativa desde que asumió su cargo el 20 de enero.

El Senado realizó la votación final, 60-38, el viernes por la noche, horas después de que la Cámara de Representantes aprobara un proyecto idéntico por 246-183, poniendo fin a semanas de discusiones sobre cuál es la mejor manera de sacar a la economía de una profunda recesión.

Obama,fortalecido por la aprobación en el Congreso de un plan de estímulo económico por 787.000 millones de dólares, viajará esta semana a Colorado y Arizona en una gira de promoción de su programa para sacar al país de la recesión.

Obama, su esposa Michelle y sus dos hijas, pasaron el fin de semana en Chicago, el primero afuera de Washington desde la investidura presidencial el 20 de enero.

Fuentes de la Casa Blanca indicaron que el presidente estadounidense retornará a Washington el lunes, y el martes en Denver (Colorado) promulgará el plan que contiene gastos en infraestructura y beneficios impositivos.

La economía de Estados Unidos ha perdido casi 3 millones de puestos de trabajo desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, y a pesar de la inyección de cientos de miles de millones de dólares desde el Tesoro y la Reserva Federal, el sistema financiero sigue alebrestado.

El asesor presidencial David Axelrod dijo hoy, en el programa "Fox News Sunday" de televisión, que "los indicios de que el estímulo funciona serán obvios en cuanto empiecen los trabajos en infraestructura y otros programas en todo el país".

Añadió que "no obstante, se necesitará más tiempo antes de que los efectos (del programa) se noten en las estadísticas del empleo. Es probable que la situación económica empeore antes de que empiece a mejorar".

Obama, quien calificó la aprobación legislativa del plan económico como "un hito mayor en nuestra senda hacia la recuperación", viajará luego a Arizona, donde según fuentes de su Gobierno dará algunos detalles de su programa para resolver la crisis hipotecaria.

El presidente estadounidense parece dispuesto ahora a viajar más por el resto del país para movilizar el respaldo de la ciudadanía a sus planes mientras Estados Unidos se encuentra en la peor crisis económica desde la Gran Depresión hace 80 años.

El próximo paso, según analistas, será el detalle de un programa que resuelva el colapso del mercado inmobiliario bajo el peso de hipotecas de alto riesgo, depreciación de los bienes raíces y una marejada de ejecuciones hipotecarias.

El Gobierno de Obama tiene todavía en sus manos el uso de 350.000 millones de dólares, la mitad de un salvamento financiero que aprobó el Congreso en octubre a instancias del presidente George W. Bush.

El entonces secretario del Tesoro, Henry Paulson, aseguró a los legisladores que se usarían los recursos para limpiar de los balances bancarios la carga de las hipotecas malhadadas.

Sin embargo, luego se usaron casi 350.000 millones de dólares para la capitalización de bancos y la nacionalización de una empresa de seguros.

La inyección de esos fondos no logró que los bancos pusieran el capital a disposición para préstamos, y han abundado las protestas porque las entidades beneficiadas han pagado dividendos jugosos a sus accionistas, bonos abundantes a sus ejecutivos y millones de dólares por la compra de otros bancos.

Se espera que Obama anuncie un programa que usará el resto del socorro de octubre para inyecciones de hasta 2 billones de dólares en dinero del Gobierno y del sector privado para que los bancos se deshagan de los "activos tóxicos" y se revitalice el negocio inmobiliario.


El presidente estadounidense, Barack Obama, celebró este sábado la aprobación en el Congreso de su plan de estímulo a la economía por 787.000 millones de dólares y lo calificó como el "principal hito en nuestro camino hacia la recuperación".

"Este es el principal hito en nuestro camino hacia la recuperación, y quiero agradecer a los miembros del Congreso que actuaron juntos en un propósito común para hacer que esto sucediera", dijo Obama en su alocución semanal por radio. El mandatario prometió firmar el proyecto de ley "a la brevedad".

El comentario de Obama se produce después de que el viernes el Congreso aprobara un paquete de 787.000 millones de dólares, en recortes de impuestos y fondos frescos, para rescatar a la arruinada economía estadounidense, dándole al presidente su mayor victoria política hasta el momento.

El Senado votó 60 contra 38 para dar paso a la medida, horas después de que la Cámara de Representantes le diera su aprobación por 246 votos contra 183, abriendo el camino para que Obama firme el proyecto de ley incluso antes de su autoimpuesta fecha límite del 16 de febrero.

Obama se manifestó confiado en que el plan "salvará o creará más de 3,5 millones de empleos en los próximos dos años, estimulará el gasto de empresas y consumidores por igual y establecerá los cimientos de nuestra prosperidad y nuestro perdurable crecimiento económico".

La legislación, producto de duras negociaciones esta semana, adjudica 120.000 millones de dólares a gastos de infraestructura, incluyendo dinero para autopistas, trenes y la expansión del acceso de internet de banda ancha.

También dedica cerca de 20.000 millones de dólares a la energía renovable y 11.000 millones a modernizar la red eléctrica estadounidense, medidas que el ex vicepresidente Al Gore promocionó calurosamente semanas atrás como las más importantes inversiones que debería hacer Obama con miras a combatir el cambio climático.

La ley incluye recortes impositivos -que se espera beneficien al 95% de las familias estadounidenses- y decenas de miles de millones de dólares en extensión de beneficios de desempleo, asistencia médica para los más necesitados y fondos para ayudar a estados con problemas de liquidez, para que no corten gastos en servicios como la educación.

Una disposición que fue agregada a la ley por los senadores demócratas prohíbe también la entrega de bonos y casi cualquier otro tipo de incentivos para los altos ejecutivos de grandes compañías que reciben dinero del programa de rescate del Departamento del Tesoro, informaron diarios estadounidenses este sábado.

Pero la victoria de Obama tuvo algo de agridulce, puesto que los legisladores aprobaron un plan de estímulo menor al que había requerido el presidente, además de que la mayoría de los republicanos rechazaron los llamamientos de Obama a unirse a los demócratas en apoyo a la medida.

En su discurso, el presidente prometió gastar el dinero de los contribuyentes "con una responsabilidad y transparencia sin precedentes". Anunció que una vez que el plan se ponga en acción, un nuevo sitio web (recovery.gov) permitará a todos los estadounidenses vigilar dónde va su dinero y hacer comentarios y preguntas.

Pero advirtió de que el paquete de estímulos es el inicio y no el final de los esfuerzos por mejorar la economía porque, según dijo, "los problemas que nos llevaron a esta crisis son profundos y extensos". "Para que nuestro plan sea exitoso, debemos estabilizar, reparar y reformar nuestro sistema bancario, reactivar el flujo de crédito para las familias y los comercios", dijo Obama. "Debemos redactar y hacer respetar nuevas reglas, para que especuladores inescrupulosos no vuelvan a minar nunca más nuestra economía", añadió.

También se dijo confiado en que los estadounidenses lograrán superar las dificultades actuales.

WASHINGTON.- Mientras el enorme plan de estímulo económico solicitado por el gobierno norteamericano es analizado en la Cámara de Representantes, el presidente Barack Obama volvió a insistir a los legisladores la necesidad de su aprobación para "salvar la economía" de su país.

"La recuperación económica de Estados Unidos, golpeado por la recesión y el desempleo, tomará años, no meses. El trabajo no será fácil ", advirtió Obama durante un acto en la Casa Blanca junto a representantes del gremio empresarial The Business Council.

"Todos nosotros -gobierno, empresarios, sindicatos y ciudadanos- tenemos responsabilidades que cumplir", añadió el mandatario, que se mostró satisfecho por el avance de las conversaciones para aprobar el paquete de estímulo económico de 790.000 millones de dólares que el Congreso se aprestaba para votar hoy.

La Casa Blanca quiere usar ese dinero para poner en marcha un plan basado en un masivo programa de obras públicas y reducciones impositivas para las familias de clase media.

"Los desafíos que enfrentamos hoy no los vimos en un largo tiempo, son tiempos difíciles", subrayó Obama ante los hombres de negocios en el acto en la casa presidencial.

Reanimar la economía. Según el presidente norteamericano, el plan de reactivación "hará las inversiones necesarias" para reanimar a la economía norteamericana y "crear o salvar" hasta tres millones y medio de puestos de trabajo.

El plan es la iniciativa central de la flamante administración de Obama, que está apostando a que combinar recortes de impuestos de apenas unos dólares semanales para la mayoría de los trabajadores con una infusión de centenares de miles de millones de dólares en gastos gubernamentales en los próximos años va a frenar la caída de la economía.

El paquete final incluye 507.000 millones de dólares en gastos y dinero para programas sociales, como el seguro médico Medicaid, además de 282.000 millones de dólares en recortes de impuestos que incluyen pequeños incentivos fiscales para alentar las ventas de casas y autos, junto con deducciones fiscales empresariales.

EU.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebró el martes la aprobación en el Senado de un paquete de estímulo económico de 838.000 millones de dólares, pero dijo que aún debe trabajarse más para que la legislación sea promulgada.

"Esas son buenas noticias", dijo Obama luego de que un asesor le pasó una nota informándole sobre la votación del Senado justo cuando él daba un discurso en una localidad en Fort Myers, en el estado de Florida.

"Quiero agradecer a todos los miembros del Senado que se han movido para que este proceso avance", agregó.

"Aún tenemos que lograr que el proyecto de la Cámara (de Representantes) y el proyecto del Senado coincidan antes de que sea enviado a mi despacho, por lo que tenemos que trabajar un poco más para lograrlo en el próximo par de días. Este es un buen comienzo", resaltó.

Estados Unidos busca oportunidades para dialogar con Irán, el presidente Barack Obama indicó que tiene la esperanza de iniciar conversaciones frente a frente en los próximos meses.

El programa nuclear de Irán amenaza con lanzar una nueva carrera armamentista, dijo Obama en su conferencia de prensa el lunes. El mandatario reconoció que los años de desconfianza entre Irán y EE.UU. serán difíciles de superar.

Es importante para Estados Unidos comenzar a reducir su arsenal nuclear en una forma efectiva, para fortalecer los tratados de no proliferación, dijo Obama.

El presidente de EE.UU dijo que tales tratados se han debilitado, y que si las armas nucleares existen en una región tan volátil como el Medio Oriente, todos están en peligro.

Obama pidió al general estadounidense David Petraeus que trabaje con diplomáticos y aliados para evaluar los esfuerzos de Estados Unidos en Afganistán. El presidente indicó que la meta es una estrategia para sacar a los terroristas de refugios seguros en la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán.

El Senado estadounidense se apresta a votar este martes el plan de reactivación económica bajo la presión del presidente Barack Obama, cuya administración presentó nuevas medidas para rescatar al sistema financiero, que no impidieron el hundimiento de las bolsas mundiales.

Este martes era considerado un día clave, porque el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, anunció un programa de tres puntos en el que se incluye un fondo inicial de 500.000 millones de dólares para absorber los activos tóxicos en poder de los bancos.

Geithner anunció que el plan de rescate financiero de la administración del presidente Barack Obama "empleará toda la fuerza del gobierno federal en asociación con la iniciativa privada".

La Reserva Federal, por su parte, anunció la extensión hasta un billón (millón de millones) de dólares del programa de rescate bancario (TARP) para sostener el crédito al consumo y el crédito hipotecario. La Fed aceptará títulos respaldados por hipotecas y por créditos para automóviles, para tarjetas de crédito, para crédito estudiantil, y para pequeñas empresas.

Obama -en su primera rueda de prensa en horario de máxima audiencia televisiva- había hecho en la noche del lunes un fuerte llamamiento al Congreso a aprobar el proyecto, que el legislativo ha discutido durante semanas, en medio de una acuciante crisis que se cobró cientos de miles de empleos y cortó el crédito. "Quiero llamar a todos los miembros del Congreso a actuar sin demoras en esta semana para superar sus divergencias y aprobar el plan", expresó Obama. "Haré todo lo posible para volver a poner a Estados Unidos a trabajar", dijo, en su tercera semana en el poder.

La ofensiva de Obama a favor del plan será puesta a prueba rápidamente este martes, cuando el Senado lo someta a votación. Los demócratas, con 58 escaños, necesitan al menos 60 votos para aprobarlo.

Por lo pronto, las bolsas asiáticas y europeas cayeron este martes, revirtiendo ganancias recientes y en Nueva York, el Dow Jones Industrial Average perdía 289,68 puntos ó un 3,5% hacia las 16H45. El índice Footsie-100 de Londres se derrumbó, perdiendo un 2,19%, el Dax 30 de la bolsa de Fráncofort perdió un 3,46% y el CAC 40 de París -3,64%.

"El foco mundial parece estar en Estados Unidos", dijo Chris Bennett de MF Global en Londres.

El fabricante de automotores estadounidense General Motors anunció que suprimirá este año 10.000 puestos administrativos, para llevar sus efectivos a 63.000 personas.

Además, el primer banco de Suiza, UBS, registró una pérdida neta anual de 16.770 millones de dólares en 2008.

La producción industrial de Francia registró una caída del 1,8% en diciembre respecto a noviembre, cuando ya había caído un 2,8%.

Mientras, los pedidos de máquinas herramientas en Alemania cayeron un 40% en diciembre y el sector podría perder 25.000 empleos este año, según datos de la asociación industrial VDMA. El cuarto trimestre "fue el peor trimestre desde 1958", afirmó en un comunicado el presidente de la VDMA, Manfred Wittenstein.

Estados Unidos perdió en enero cerca de 600.000 empleos, una cifra desconocida desde 1974.

Por eso la ansiedad de Obama por aprobar el plan de estímulo, que aunque sea aprobado por el Senado este martes todavía deberá acoplarse a la versión ya aprobada por la Cámara de Representantes.

Los planes de ambas cámaras del Congreso son similares, pero la oposición republicana consiguió en el Senado ampliar los recortes de impuestos para los hogares y empresas, por unos 100.000 millones de dólares, y disminuir en gran medida los gastos sociales de la propuesta de los representantes demócratas.

"No podemos darnos el lujo de ver al Congreso jugar los tradicionales juegos políticos (...) Envíenme un plan que cree o salvaguarde 4 millones de empleos", clamó Obama.

Con el plan, su principal arma contra la recesión, Obama busca distribuir el dinero a los estados, iniciar ambiciosos proyectos de reforma de la salud y la educación y aumentar el subsidio a los desempleados.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se enfrenta a una semana decisiva. El Senado podría votar hoy mismo un paquete de rescate de 827.000 millones de dólares ya que Obama cuenta con el apoyo de 3 senadores republicanos.

Tras su aprobación, un Comité del Congreso tratará de resolver las diferencias entre el proyecto que apruebe el Senado y el que se aprobó en la Cámara de Representantes de 819.000 millones de dólares.

Para lograr el acuerdo en el Senado, los demócratas han tenido que retirar una partida de 20.000 millones de dólares para educación y otra de 40.000 para ayudar a los gobiernos locales y estatales.

El principal asesor económico de Obama, Larry Summers, dijo el domingo que el presidente seguirá buscando apoyos para su plan.

“Tenemos que buscar apoyo en educación y para hacer frente a los enormes problemas a los que se enfrentan los estados y el presidente dará hoy a conocer su opinión” dijo Summers a la cadena ABC News.

El mandatario visitará hoy y mañana localidades de Indiana y Florida con altas tasas de desempleo para intentar convencer a los republicanos para que aprueben su plan de estímulo económico.

Por otro lado, el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, ha aplazado hasta el martes el anuncio del nuevo plan de rescate financiero, que utilizará 350.000 millones de dólares, que quedan de los 700.000 aprobados por Congreso el año pasado para estabilizar los mercados.

Mandatario desea resolver conflictos

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad expresó su disposición por cooperar con el primer mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, para resolver los conflictos mundiales. A cambio pide que sean respetadas sus políticas y queden atrás los errores que cometió Bush.

Pide igualdad y respeto

Con la condición de mantener las relaciones bilaterales basadas en el respeto y la igualdad, el mandatario iraní dijo que cooperaría con los planes de la Casa Blanca para resolver problemas de índole global, en especial en temas como Irak y Afganistán.

Según reportó el sitio en Internet del diario mexicano Milenio, la agencia de noticias IRNA publicó que Mahmud manifestó su deseo de cooperación durante el encuentro que mantuvo con la nueva embajadora suiza en Teherán, Livia Le Gosti, país representa los intereses estadounidenses en tierras musulmanas.


"Espero que la ética, los postulados y las acciones de Bush pasen a la historia y que el nuevo mandatario estadounidense haya aprendido la lección", fueron las palabras de Ahmadineyad al referir que de ser respetetado su derecho al manejo de la tecnología nuclear habría un acercamiento.

Y es que Irán considera un legítimo derecho el tratar de impulsar la tecnología nuclear ue incluya el enriquecimiento de uranio en el marco del Programa de No Proliferación Nuclear y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Sin embargo, varias naciones, entre ellas Estados Unidos, temen que el país musulmán emplee este enriquecimiento para fabricar una bomba atómica.

Por su parte, durante la inauguración en Munich de la 45 Conferencia internacional de seguridad, donde participaron con mucha cautela Irán y Moscú, el ex negociador del programa nuclear y presidente del Parlamento de Teherán, Ali Larijani, también abrió la puerta al diálogo con Obama.

Luego de reiterar que Irán no tiene la bomba nuclear, Larijani comentó: "El presidente de EU dijo recientemente que enviaría a gente para escuchar y no para dictar. Es una señal positiva". Y solicitó a Obama "hacer esfuerzos sinceros para cooperar con otras partes del mundo".

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WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció que se equivocó al mantener a Tom Daschle nominado para dirigir el Departamento de Sanidad incluso después de que se descubriese que no pagó impuestos por más de U$S 100.000.

"Creo que fue un error; metí la pata y asumo la responsabilidad por ello. Vamos a asegurarnos de arreglarlo para que no ocurra de nuevo. Me siento frustrado conmigo y con mi equipo", afirmó el mandatario, que hace sólo dos días había declarado respaldar "absolutamente" al hombre que debía reformar el sistema sanitario.

Obama insistió en que él no presionó a Daschle para que renunciase, aunque reconoció que mantenerlo en el puesto habría sido contrario a la idea de cambio que promovió durante su campaña. "No podemos enviar un mensaje a los estadounidenses diciendo que tenemos dos varas de medir: una para la gente prominente y otra para la gente normal", reconoció.

El funcionario renunció ayer después de que se descubrió que tuvo que desembolsar al erario público U$S 128.000 por impuestos impagados en años anteriores, entre otras cosas porque no declaró que usó un coche y un chofer que le regaló un multimillonario donante demócrata.

Fue el tercer alto funcionario de la administración Obama que dimitió antes de ser confirmado por el Congreso, después del frustrado secretario de Comercio, Bill Richardson, y de Nancy Killefer, que había sido designada como vigilante de las cuentas gubernamentales. A pesar de ello, el presidente insistió en que su equipo puso el listón muy alto en lo que a estándares éticos se refiere. (Télam-Especial)

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