El encuentro que sostendrán será este martes

SANTIAGO DE CHILE.- El encuentro que sostendrán este martes la presidenta chilena Michelle Bachelet y su par estadunidense Barack Obama es 'una señal positiva' en las relaciones mutuas y en el nexo de Washington con Latinoamérica, dijo el politólogo Guillermo Holzmann.

Para el académico chileno, la cita, que se concretará por una invitación del mandatario estadunidense, se inscribe dentro de una política exterior de la Casa Blanca hacia la región que prescinde 'razonablemente' de los temas ideológicos.

Holzmann indicó que la invitación a Bachelet 'es un gesto, no hay duda, que (Obama) hace a la presidenta chilena. Es dar una señal política respecto a lo que eso significa' en las relaciones bilaterales y con respecto a la región.

'De hecho, Estados Unidos, define su relación con la región, prescindiendo razonablemente de las posiciones ideológico- políticas', señaló el catedrático de la Universidad de Chile.

Señaló que 'claramente, por parte de la administración Obama, (lo ideológico) no es lo central para definir las relaciones con un país, como lo era antes'.

'Más que simpatías, lo que hay (con América Latina) son intereses muy concretos donde Estados Unidos definió cuestiones importantes: no meterse en las cuestiones internas de cada país; y generar un espacio de cooperación con América Latina', dijo Holzmann.

Afirmó que 'desde esa perspectiva aparecen los beneficiados, dos países en América del Sur, con los cuales tienen algún tratamiento especial, Brasil y Chile. Ahí tenemos básicamente una muestra de confianza mutua que no pasa desapercibido.

Para Chile, la cita Obama-Bachelet es importante además porque en la cita en la Casa Blanca se van a consolidar varios proyectos conjuntos que van desde lo energético, lo cultural, lo educacional, intercambio de experiencias e intercambio de 'know how', agregó.

'En la práctica lo que vamos a tener es que Chile va a quedar en una posición muy similar a la de Brasil, guardando las proporciones de tamaño, pero con una cercanía muy grande con Brasil. En el fondo eso es lo que va a pasar.

En las reuniones de Bachelet en Estados Unidos, agregó Holzmann, 'se van a ver cuestiones muy concretas en términos de juntar a empresarios, académicos, políticos, en torno a proyectos que ya están siendo discutidos, donde hay una mesa de trabajo binacional.

En ese sentido, Holzmann destacó como uno de los proyectos más relevantes la creación de un Centro de Estudios de Energías Renovables.

NUEVA YORK, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró hoy que tanto Estados Unidos como la comunidad internacional ha sentido consternación e indignación ante "las amenazas, las palizas y los encarcelamientos" de los que han sido objeto los participantes en las protestas en Irán, y condenó enérgicamente "estas acciones injustas".

Obama afirmó que "Estados Unidos respeta la soberanía de la República Islámica de Irán y no está interfiriendo" en los asuntos iraníes, en alusión a las acusaciones lanzada por Teherán contra Washington y otros Gobierno occidentales. "Estas acusaciones son evidentemente falsas. Son un claro intento de distraer a la gente de lo que realmente tiene lugar dentro de las fronteras de Irán", agregó al respecto.

"Pero debemos dar testimonio de la valentía y la dignidad del pueblo iraní y de una notable apertura en la sociedad iraní. Y deploramos la violencia contra civiles inocentes en cualquier lugar que se lleve a cabo", prosiguió.

Lo que está ocurriendo en Irán, según Obama, es que "el pueblo iraní está tratando de tener un debate sobre su futuro", y criticó que algunas personas en Irán, en particular dentro del Gobierno, están tratando de evitar el debate acusando a Estados Unidos y otros países occidentales de instigar las protestas.

En el mismo sentido, Obama consideró que "la manida estrategia de usar viejas tensiones para utilizar a otros países como chivo expiatorio no funcionará más en Irán. No se trata de Estados Unidos o de Occidente, es sobre el pueblo de Irán y el futuro que ellos, y sólo ellos, elegirán".

Tampoco valdrá "ningún puño de hierro" para que el mundo no sea testigo de los que está ocurriendo en Irán, según Obama. "A pesar de los esfuerzos del Gobierno iraní para expulsar a los periodistas y aislarse, imágenes poderosas y palabras conmovedoras se han abierto camino", dijo. Para Obama, lo que el mundo ha presenciado son miles de iraníes marchando en silencio para que sus votos sean contados.

EEUU NO RETIRA SU OFERTA DE DIÁLOGO DIRECTO

En una rueda de prensa que Obama abrió con un extenso discurso en el que habló de la situación en Irán y defendió su proyecto de energías limpias y su reforma del sistema de salud, el presidente de Estados Unidos fue preguntado acerca de si la oferta de Washington a Teherán de abrir un diálogo directo sigue en pie, a lo que respondió que la decisión depende del camino que tome Irán.

"Lo que ha sucedido en Irán es profundo, y aún estamos esperando a ver cómo termina", comentó. "Hemos proporcionado un camino a través del cual Irán puede llegar a la comunidad internacional, dialogar y formar parte de las normas internacionales. Es a ellos a quienes corresponde tomar una decisión en cuanto a elegir ese camino", añadió.

Obama destacó que el camino que se propone a Irán respeta su soberanía, pero a este respecto apostilló que "la fe, la soberanía y las tradiciones" de Irán pueden ser aceptadas, siempre que el Gobierno se adapte a las "reglas y principios internacionales".

Preguntado sobre si acepta la victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad en las elecciones, Obama dijo que, dada la ausencia de observadores internacionales sobre el terreno, "no podemos decir lo que sucedió exactamente en los centros de votación en todo el país". No obstante, señaló que lo que sí se sabe es que "un considerable porcentaje del pueblo iraní considera estas elecciones ilegítimas".

Asimismo, añadió que se puede decir inequívocamente es que "hay conjuntos de normas y principios internacionales sobre la violencia, sobre cómo tratar con la disidencia pacífica, que traspasan las culturas y las fronteras. Y lo que hemos estado viendo a través de Internet y en las noticias viola esas normas y esos principios".

Obama insistió en que desde un primer momento su Administración ha condenado la violencia en Irán, así como las violaciones de principios universales como la libertad de reunión, la libertad de expresión y de que los gobiernos no utilizan violencia, ni represión cuando interactúan con manifestantes pacíficos.

Así, rechazó las críticas lanzadas por el republicano John McCain, entre otros, que le ha acusado de ser demasiado blando, y argumentó que su respuesta como presidente de Estados Unidos ha sido acorde a su responsabilidad de buscar continuamente la mejora de los intereses de seguridad nacional.

Los veintidós países miembro de la Liga mostraron su deseo de ayudar al Presidente de Estados Unidos para resolver el conflicto de Oriente Medio.

Esa postura fue anunciada tras una reunión de urgencia de los ministros de Exteriores árabes y que fue celebrada en la sede la Liga para adoptar una postura común ante el discurso de Barack Obama del pasado 4 de junio en El Cairo.

El mandatario de EE.UU. manifestó en esa alocución, dirigida al mundo musulmán, su deseo de iniciar una nueva relación entre Occidente y el mundo árabe e islámico, así como dar un impulso al proceso de paz entre árabes e israelíes.

En la cita de este miércoles, solo participaron diez de los jefes de la diplomacia de los 22 países de la Liga Árabe, mientras que el resto de los estados fueron representados por subsecretarios de Exteriores o delegados permanentes ante la organización.

En un comunicado, difundido tras la reunión, los participantes expresaron su satisfacción "por los aspectos positivos del discurso de Obama", por lo que adelantaron que "adoptarán los pasos necesarios para respaldar la postura estadounidense para lograr una paz global" en Oriente Medio.

En ese sentido, subrayaron la necesidad de que esa paz debe basarse en el establecimiento de un Estado palestino independiente, con capital en Jerusalén Este. Asimismo, los representantes árabes mostraron su agrado con la postura de Obama, que pide el cese inmediato y total de la política de asentamientos judíos en los territorios palestinos, incluido en Jerusalén oriental.

En ese sentido, sostuvieron que "la reanudación de las negociaciones palestino-israelíes requiere que Israel detenga la construcción y ampliación de esos asentamientos, y las prácticas ilegales en Jerusalén Este, así como el fin del bloqueo sobre la Franja de Gaza".

Los participantes también indicaron que la liberación de todos los presos palestinos y de otros países árabes es uno de los requisitos para propiciar una atmósfera adecuada para retomar las conversaciones de paz.

Los países que enviaron delegaciones a la reunión de hoy fueron: Arabia Saudí, Jordania, Túnez, Qatar, Siria, Sudán, Somalia, Yemen, Omán, Kuwait, Libia e Islas Comoro.


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, endureció hoy su tono al hablar de los acontecimientos en Irán y se declaró "escandalizado e indignado" por la represión contra los manifestantes.

Obama, criticado hasta ahora por lo que la oposición republicana considera una respuesta muy tibia a la violencia del régimen contra los manifestantes que reclaman reformas, aprovechó este martes una rueda de prensa, su primera en solitario en casi dos meses, para expresar su "condena enérgica" de las acciones "injustas" contra quienes protestan en las calles iraníes.

"Estados Unidos y la comunidad internacional están consternados y escandalizados por las amenazas, palizas y encarcelamientos de los últimos días", dijo Obama, en una declaración inicial antes de contestar las preguntas de la prensa.

El presidente denunció a miembros del Gobierno iraní de acusar a Estados Unidos de instigar las protestas sobre el resultado de las elecciones como una forma de evitar el debate sobre el futuro del país.

"Estas acusaciones son claramente falsas y absurdas. Son un intento obvio de distraer a la gente sobre lo que está pasando de verdad dentro de las fronteras de Irán", dijo Obama.

"El pueblo iraní tiene el derecho universal de reunión y de libre expresión", afirmó el presidente. "Si el Gobierno iraní quiere el respeto de la comunidad internacional, debe respetar esos derechos y prestar atención a la voluntad de su propio pueblo", añadió.

Los manifestantes ponen en duda el resultado de las elecciones, que según la versión oficial dieron una victoria clara al actual presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Hasta ahora, las protestas y enfrentamientos se han cobrado la vida de al menos una veintena de personas, de acuerdo con cifras oficiales.

El Consejo de Guardianes, el órgano que debe validar las elecciones, ha descartado anular los comicios, pese a que ha reconocido que hubo irregularidades en cincuenta ciudades.

En la rueda de prensa, Obama defendió la postura que ha mantenido hasta ahora de no involucrar a Estados Unidos en el movimiento interno que se ha generado en Irán.

"Lo más importante es que el Gobierno de Teherán se dé cuenta de si cuenta con la legitimidad suficiente a ojos de sus propios ciudadanos, no a ojos de Estados Unidos", señaló.

"El Gobierno de Irán debe reconocer que hay un camino pacífico para resolver lo que está ocurriendo estos días. Esperemos que lo tome", indicó Obama.

El mandatario se refirió también a la muerte de la joven Neda Agha Sultán, que se ha convertido en símbolo de los manifestantes, y afirmó: "hemos visto mujeres valientes alzarse contra la brutalidad y las amenazas, y hemos visto la imagen dolorosa de una mujer que se desangra en las calles".

Obama también se refirió a la economía y, aunque defendió a Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal (Fed) -sin pronunciarse acerca de si renovará su mandato el próximo enero-, indicó que esta institución podía haber hecho más para prevenir la crisis.

Defendió la reforma financiera que quiere poner en marcha, y que ha recibido algunas críticas de la oposición republicana porque fortalece los poderes de control y supervisión con que cuenta ahora la Reserva Federal.

"Lo importante no es si la Fed refuerza o no sus poderes, sino si es capaz de hacer más para evitar los riesgos sistémicos que nos pueden conducir a otra crisis", afirmó.

Repasó también la relación con América Latina y aseguró que aspira a establecer con todos los países de la región el tipo de relaciones basadas en el respeto mutuo que mantiene con Chile y Brasil.

En este sentido, indicó que Estados Unidos no siempre está de acuerdo con la política de Chile y del mismo modo Luiz Inácio Lula da Silva, el jefe de Estado brasileño, "tiene una orientación política muy diferente que la mayoría de los estadounidenses".

Eso no quita que su Gobierno mantenga "una buena relación de trabajo" con ambos líderes, la cual "señala el camino para otros países" de la región.

En su rueda de prensa, el presidente abordó también asuntos menos serios y reconoció que aún fuma algún cigarrillo de vez en cuando.

Obama aseguró que se encuentra "un 95 por ciento curado" del vicio, pero en ocasiones ha "caído en la tentación".

Según el mandatario, que durante la campaña electoral reconoció en varias ocasiones lo duro que es abandonar el hábito y recurrió a los chicles de nicotina para no fumar, no es un adicto "constante" ni "diario". EFE

El Cairo.- El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, tuvo una "abierta y franca" conversación con su homólogo estadunidense Barack Obama sobre "todos los problemas de la región", incluida la crisis nuclear con Irán y el conflicto palestino-israelí.

Durante su reunión, los dos mandatarios abordaron "la situación y todo lo relacionado con Irán y con la región", declaró Mubarak en breves declaraciones a la prensa.

A su vez, Obama indicó que su conversación con el dirigente egipcio tocó "la situación entre Israel y los palestinos" y las formas de "avanzar en una forma constructiva que traiga paz y prosperidad para todos los pueblos de la región".

"Estados Unidos está comprometido a trabajar en sociedad con países en la región para que todos los pueblos puedan cumplir sus aspiraciones", añadió.

Mubarak recibió a Obama en el palacio presidencial de El Cairo después de la llegada del líder estadunidense al aeropuerto internacional de la capital egipcia esta mañana procedente de Arabia Saudita.

Después de su llegada, Obama se desplazó en su convoy a través de calles desiertas -a excepción de los soldados que flanqueaban la ruta- hasta el Palacio Kuba, para su reunión con Mubarak.

A continuación visitó la mezquita del Sultán Hassan, antes de su esperado mensaje al mundo musulmán que pronunciará en la Universidad de El Cairo.

La llegada del presidente estadunidense a Egipto fue precedida por la difusión de un nuevo mensaje del líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien condenó a Obama por "plantar nuevas semillas de odio y venganza" entre los musulmanes con su apoyo al gobierno paquistaní en su ofensiva contra los rebeldes del Talibán.

EL CAIRO (AFP) — El presidente estadounidense Barack Obama abogó el jueves en El Cairo por un "nuevo comienzo" en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo musulmán, que permita dar vuelta a la página "de la desconfianza y los desacuerdos" y resolver el conflicto israelo-palestino.

"Este ciclo de desconfianza y de discordia debe terminar", afirmó Obama en la Universidad de El Cairo ante unas 3.000 personas.

Obama abandonó El Cairo sobre las 18H30 locales (15H30 GMT) rumbo a Alemania tras una visita globalmente bien acogida en diferentes partes del mundo.

"Vine a buscar un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes, un comienzo basado en el interés mutuo y el respeto mutuo, un comienzo basado en esta verdad de que Estados Unidos y el islam no se excluyen", aseveró Obama en un discurso destinado a los 1.500 millones de musulmanes del mundo entero, que pretende poner fin a la era de su predecesor George W. Bush.

"Mientras nuestras relaciones sean definidas por nuestras diferencias, daremos el poder a los que siembran el odio antes que la paz, a los que promueven el conflicto en vez de la cooperación", añadió Obama.

La guerra de Irak, el escándalo de la cárcel de Abu Ghraib, la prisión en la base militar estadounidense de Guantánamo o la prioridad a la lucha contra el terrorismo que dio Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 sellaron la discordia entre occidentales y musulmanes.

Pero Obama subrayó que el mundo musulmán también debe luchar contra los "prejuicios" antiestadounidenses, aludiendo también a algunos asuntos delicados en materia de derechos humanos, como el papel de la mujer o la "libre elección" en las sociedades musulmanes.

Sobre el conflicto israelo-palestino, clave en la región, Obama sostuvo que "la única solución para las aspiraciones de ambas partes debe ser dos Estados, donde israelíes y palestinos vivan en paz y seguridad".

Aunque criticó a quienes niegan el Holocausto y subrayó el "vínculo inquebrantable" de Estados Unidos con Israel, Obama pidió el cese de la colonización judía. "Es hora de que la colonización cese", sostuvo.

Israel reaccionó al discurso de Obama indicando que esperaba una reconciliación con el mundo árabe musulmán a la vez que insistió en su necesidad de garantizar su seguridad.

La Autoridad Palestina aplaudió el discurso que calificó de "buen comienzo" y una ruptura respecto a la administración de Bush.

El movimiento islamista palestino Hamas, considerado una organización terrorista por Washington, y que controla la franja de Gaza, señaló, por su parte, un "cambio tangible" en el discurso de Obama respecto al mundo musulmán, pero también "contradicciones".

Desde Beirut, el movimiento chiita libanés Hezbolá consideró por su parte que el discurso no mostraba ningún "cambio real" en la política norteamericana para el mundo musulmán, según indicó el diputado Hassan Fadlallah a la AFP.

En Europa, el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, consideró que el discurso de Obama "abre una nueva página en las relaciones con el mundo árabe-musulmán".

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se mostró por su parte, "fuertemente alentado" por el discurso de Obama, que espera servirá para abrir un nuevo capítulo en las relaciones de Estados Unidos con el mundo islámico.

Obama defendió claramente la política de su país y de los aliados en Afganistán. De la guerra en Irak hizo una suerte de autocrítica, prometiendo que Estados Unidos estará a abierto a la diplomacia y al multilateralismo.

Anunció que Estados Unidos otorgará 1.500 millones de dólares por año en los próximos cinco años a la construcción y la ayuda a desplazados en Pakistán y 2.800 millones de dólares al desarrollo económico de Afganistán.

Irán fue otro de los aspectos salientes del discurso que Obama pronunció luego de entrevistarse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Obama consideró que la confrontación sobre el controvertido programa nuclear iraní alcanzó "un punto decisivo", aunque estimó que Teherán tiene derecho a dotarse de energía nuclear con fines pacíficos.

Obama visitará a continuación Alemania y el sábado asistirá en Francia a las ceremonias del 65º aniversario del Desembarco aliado en Normandía.

Antes abandonar Egipto Obama visitó las célebres pirámides de Gizeh.

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