Washington, 30 de marzo. El gobierno de Estados Unidos elevó al máximo la presión sobre las debilitadas automotrices General Motors Corp y Chrysler, al ordenarles que tomen medidas aún más dolorosas para sobrevivir o que enfrenten la bancarrota. El presidente Barack Obama aseguró además que será limitada una nueva ayuda estatal a las firmas, que ya recibieron 17 mil 400 millones de dólares en un plan de rescate.

No podemos, no debemos y no dejaremos que nuestra industria automotriz desaparezca, expresó Obama un día después de haber rechazado los planes de reformas presentados por las dos empresas y de forzar la renuncia del jefe de GM, Rick Wagoner.

Es un pilar de nuestra economía que mantuvo en pie los sueños de millones de personas, expresó, al tiempo de añadir que el dolor que está sufriendo la industria no es culpa de los trabajadores, sino del fracaso del liderazgo de Washington y Detroit.

Obama también expuso que “no podemos continuar justificando las malas decisiones, no podemos seguir permitiendo que la supervivencia de nuestra industria siga dependiendo del dinero de los contribuyentes.

Lo que pedimos es difícil, expresó Obama en una aparición en la Casa Blanca, al tiempo que el equipo de trabajo para la industria automotriz rechazó los planes de restructuración presentados por GM y Chrysler, y advirtió que ambas firmas podrían ser colocadas en bancarrota para recortar sus deudas.

Según la Casa Blanca, los planes de GM para eliminar sus líneas de producción deficitarias y sanear las cuentas eran insuficientes. En estos 60 días la compañía debe renegociar con sindicatos y acreedores y diseñar una nueva estrategia que sea considerada viable. Durante estos dos meses Washington proporcionará la liquidez necesaria para que la empresa continúe funcionando.

GM tiene 60 días para reformular su plan, mientras su nuevo presidente ejecutivo reveló que podría aceptar una restructuración controlada por una Corte. La firma había pedido 16 mil millones de dólares en préstamos al Estado tras haber recibido en diciembre 13 mil 400 millones, mientras Chrysler estaba pidiendo 5 mil millones tras haber tomado 4 mil millones.

Jared Bernstein, miembro del grupo asesor de la Casa Blanca para el sector automotor, declaró a la televisión que es posible un proceso que separe los activos malos de GM y Chrysler para enviarlos a un proceso de quiebra.

En un intento por impulsar las ventas de autos desde sus mínimos de 30 años, Obama también ofreció su apoyo para un crédito impositivo que daría a los consumidores una deducción hasta de 5 mil dólares para entregar autos más viejos.

La industria automotriz de Estados Unidos, incluidos los complicados proveedores y concesionarios, ha recortado 400 mil empleos en el último año.

Las acciones de GM cayeron 25.41 por ciento, mientras las de Ford Motor Co, que no ha pedido rescate, cedieron 2.82 por ciento. Chrysler pertenece al fondo Cerberus Capital Management y no cotiza en bolsa.

“Como temíamos desde hace tiempo, una bancarrota –aún una controlada– pondría presión sobre la producción, sobre el empleo e impactaría negativamente sobre la confianza del consumidor”, opinó el economista del Deutsche Bank, Joseph LaVorgna.

El gobierno de Obama se comprometió a financiar las operaciones de GM sólo por los próximos 60 días, periodo durante el cual debe llevar a cabo una restructuración general, en vez de concederle los 16 mil millones de dólares en préstamos que solicitó la firma.

Wagoner, presidente ejecutivo de GM desde 2000, fue obligado a abandonar su cargo a pedido del panel del gobierno. También será remplazada la mayoría del directorio.

El plan de Obama

El grupo asesor para la industria automotriz de la Casa Blanca rechazó el domingo los planes de renovación que presentaron GM y Chrysler tras sus rescates en diciembre. Ambas necesitan un nuevo inicio para instrumentar los planes de reforma que han desarrollado, explicó Obama.

Eso podría significar usar nuestro código de bancarrotas como un mecanismo para restructurarse rápido y emerger con más fuerza, agregó. El gobierno no aclaró cuánto capital de trabajo aportará para el financiamiento de las operaciones de ambas firmas, pero GM adujo que necesita 2 mil millones sólo para abril.

Al mismo tiempo, Canadá hizo saber que los planes presentados por las unidades locales de General Motors Corp y Chrysler LLC no son suficientes para ser viables, pero ofreció 4 mil millones de dólares canadienses (3 mil 200 millones de dólares) en créditos puente para sacarlas de apuro mientras se restructuran.

Está muy claro, si el dinero no se hubiera entregado hoy (Chrysler) no habría sido capaz de pagar las nóminas hoy o mañana, se quejó Tony Clement, ministro de Industria de Canadá


Washington está en busca de lazos constructivos con Teherán y la comunidad internacional, afirma

El mensaje fue difundido en la radioemisora Voz de Estados Unidos con motivo del año nuevo iraní


Teherán, 20 de marzo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso al pueblo y los líderes de Irán un nuevo comienzo en sus relaciones bilaterales que deje en el pasado tres décadas de tensiones entre nuestras dos naciones, en un mensaje videograbado que no tiene precedentes por su alcance en radio, televisión y sitios de Internet, y por la intención del mandatario de hablar directamente a todos los iraníes.

En contraste con los discursos de George W. Bush en sus ocho años de presidencia, en los cuales Irán fue caracterizado como uno de los países del eje del mal y promotor del terror, Obama reconoció que constituye una gran civilización y sus logros se han ganado el respeto de Estados Unidos y el mundo en el arte, la música, la literatura y la innovación.

En esta temporada de nuevos comienzos me gustaría hablar con claridad a los líderes de Irán. Tenemos serias diferencias que han aumentado con el tiempo. Mi gobierno está comprometido en una diplomacia que aborde todo el espectro de asuntos ante nosotros, y en buscar lazos constructivos entre Estados Unidos, Irán y la comunidad internacional. Este proceso no estará anticipado con amenazas. Buscamos en cambio un compromiso que sea honesto y basado en el respeto mutuo, dijo.

El mensaje del mandatario estadunidense fue difundido con motivo del año nuevo iraní, el llamado Nowruz, en la emisora gubernamental para el extranjero Voice of America (Voz de Estados Unidos), que tiene emisiones en varios idiomas, así como sus respectivos sitios en Internet.

La Casa Blanca informó que la versión del mensaje con subtítulos en persa fue distribuida a los canales de noticias de la región para su transmisión este viernes por la mañana en Irán, al tiempo que las agencias de noticias reportaron la recepción de la videograbación en Teherán.

En medio de estas celebraciones descansa la promesa de un nuevo día, la promesa de oportunidades para nuestros hijos, seguridad para nuestras familias, progreso para nuestras comunidades y paz entre nuestras naciones. Éstas son esperanzas compartidas, éstos son sueños comunes.

Obama aseguró que “Estados Unidos quiere que la República Islámica de Irán tome su merecido sitio en la comunidad de naciones. Ustedes tienen ese derecho, aunque eso viene junto a responsabilidades reales, y ese sitio no puede ser alcanzado por medio del terror o las armas, sino con acciones pacíficas que manifiesten la verdadera grandeza del pueblo iraní y su civilización. Y la medida de esa grandeza no es la capacidad para destruir, sino su demostrada habilidad para construir y crear.

Entonces, en ocasión de su año nuevo, quiero que ustedes, el pueblo y los líderes de Irán entiendan el futuro que buscamos. Es un futuro con renovados intercambios entre nuestros pueblos, y mayores oportunidades para asociaciones y comercio. Es un futuro donde las viejas divisiones serán superadas, donde ustedes y todos los vecinos y el mundo puedan vivir en mayor seguridad y mayor paz.

El mandatario admitió que un cambio en las relaciones no se logrará fácilmente, porque existen aquéllos que insisten en que nos definimos gracias a nuestras diferencias, pero invocó el espíritu de esta nueva temporada para buscar al mismo tiempo la promesa de un nuevo comienzo.

Desde que asumió la presidencia, el 20 de enero, Obama se ha referido en tres ocasiones a Irán –incluido el mensaje de hoy– en tono conciliador. En su discurso de toma de posesión dijo que si países como Irán tienen la voluntad de abrir su puño, hallarán una mano tendida de nuestra parte.

El 9 de febrero, en su primera rueda de prensa, Obama saludó al pueblo de Irán y elogió sus tradiciones culturales, pero afirmó que Teherán ha sido poco cooperativo como actor de la paz mundial. No obstante la crítica, el gobernante propuso una apertura diplomática frente a frente, que conduzca a una nueva dirección.

Desde el comienzo de la administración demócrata, otros altos funcionarios también han buscado mejorar las relaciones con Irán, país con el que Estados Unidos rompió relaciones en 1980, cinco meses después de que la embajada estadunidense fuera blanco de ataques de estudiantes, que asaltaron la sede diplomática y tomaron como rehenes a 63 funcionarios durante 444 días.

Además de la ruptura bilateral en 1979, Washington impuso sanciones a Teherán e inició una política hostil hacia el gobierno iraní que se radicalizó en los siguientes años y llegó a uno de sus puntos más conflictivos cuando en 2005 ganó las elecciones presidenciales Mahmud Ahmadinejad, quien en enero pasado anunció que buscará la relección por cuatro años más.

Los conflictos entre Estados Unidos e Irán se remontan más allá de la llamada crisis de los rehenes de la embajada en 1979.

En 1953, el primer ministro nacionalista Mohamed Mossadeq fue derrocado por un golpe de Estado organizado por la estadunidense Agencia Central de Inteligencia y los servicios de espionaje británicos, para controlar los recursos petroleros locales. Al frente del Estado iraní quedó entonces el sha Mohamed Reza Pahlevi, quien fue depuesto por un movimiento popular liderado por el ayatola Rojula Jomeini, fallecido en 1989.

El primer funcionario iraní en comentar el mensaje de Obama fue el ministro de Energía Parviz Fattah, quien afirmó en Estambul –donde participa en un foro internacional sobre el agua– que “evidentemente este mensaje es positivo, pero agregó que además de palabras necesitamos actos.

Pese a expresiones de concordia de funcionarios estadunidenses en los dos últimos meses, Washington mantiene las sanciones diplomáticas y comerciales y Obama las ratificó el 12 de marzo pasado.

El mensaje de Obama fue bien recibido en Rusia y Francia. El presidente Nicolas Sarkozy dijo que hace años que esperamos que los estadunidenses vuelvan a comprometerse con el asunto iraní, mientras que el vicecanciller ruso Serguei Ryabkov dijo que es muy importante para nosotros que la administración estadunidense dé pasos para encontrarse con Irán en la esfera diplomática.

Por el contrario, el presidente israelí, Shimon Peres, aprovechó el año nuevo iraní para cuestionar en un mensaje de audio en la cadena Farsi ¿cómo pudo permitirse a unos pocos fanáticos religiosos tomar el peor camino a los ojos de Dios y del hombre?, en referencia a los líderes iraníes, a quienes pidió que dejen de gastar sus días lidiando con bombas y uranio.


El intento del presidente Barack Obama de aprovechar la ira del público en cuanto a las bonificaciones pagadas por American International Group Inc. puede perjudicarlo a él ya que los republicanos tratan de canalizar esa furia hacia la Rama Ejecutiva.

Bloomberg News | Por Hans Nichols
Obama defendió hoy al secretario del Tesoro Timothy Geithner de las críticas de los congresistas republicanos, algunos de los cuales han amenazado con obstruir todo nuevo rescate de compañías en aprietos. El presidente dijo que Geithner ha tomado “todas las medidas correctas” respecto a AIG y la crisis financiera.

El furor público por los US$165 millones que AIG pagó a sus empleados en concepto de bonificaciones da a los críticos del Gobierno una nueva arma para frustrar los programas de Obama, desde su presupuesto hasta los planes de reglamentar los mercados financieros. También ha dado lugar a una nueva serie de propuestas legislativas para castigar, y potencialmente para gravar, a los ejecutivos que reciban bonificaciones en empresas rescatadas por el Gobierno.

“Hace dos semanas, el vocero del presidente dijo que estaban seguros de que sabían cómo se gastaba cada centavo en AIG”, dijo ayer el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, a los periodistas. “No sabían de lo que estaban hablando”, dijo Boehner.

“Esto es escandaloso, y pienso que el pueblo estadounidense está furioso con razón”.

Los dirigentes republicanos del Congreso dijeron que Geithner y los funcionarios de la Casa Blanca deberían haber tenido conocimiento de las bonificaciones antes y haber tomado medidas al respecto más pronto. También se están valiendo de las revelaciones sobre AIG para argumentar que el Congreso debería oponerse a todo rescate futuro.

´Que no haya más rescates´

El congresista Mike Pence, de Indiana, tercero en la jerarquía republicana en la Cámara, dijo que como primer paso, su partido debería decir: “Que no haya más rescates”.

Geithner dijo a los dirigentes legislativos ayer que se cerciorará de que los contribuyentes no carguen con la cuenta de las bonificaciones de AIG e indicó que el cierre de las actividades especulativas de la firma se acelerará.

“Continuaremos nuestros esfuerzos decididos de resolver el estatus futuros de AIG de una manera que reduzca los riesgos sistémicos a nuestro sistema financiero y minimice las pérdidas de los contribuyentes”, escribió Geithner en una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y otros legisladores. “Exploraremos todas las formas de acelerar este proceso de clausura”, añadió, refiriéndose a la reestructuración que ya se está llevando a cabo en la aseguradora.

Dijo que el Gobierno forzará a AIG a pagar al Tesoro la cantidad de primas de permanencia que acaba de desembolsar.

´Bonificaciones inaceptables´

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que Geithner llamó al jefe ejecutivo de AIG, Edward Liddy, la semana pasada “para comunicarle que pensábamos que las bonificaciones eran escandalosas e inaceptables”. Gibbs dijo que el Congreso no debiera “dudar de la sinceridad” del descontento del Gobierno.

Geithner se enteró de las bonificaciones el 10 de marzo y conversó con Liddy al día siguiente, según un funcionario del Ejecutivo que pidió mantener el anonimato.

A Obama se le informó de las bonificaciones el 12 de marzo, antes de que las pagaran. Una vez desembolsados los fondos, el presidente ordenó a sus equipos económico y jurídico que determinaran si había una forma de recuperar el dinero, según el ayudante.

Obama dijo hoy que las bonificaciones demuestran que hace falta una “autoridad resolutoria” que supervise a las entidades rescatadas por el Gobierno. Tal autoridad tendría poderes semejantes a los que la Corporación de Seguro de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés) tiene sobre los bancos, dijo Obama en la Casa Blanca antes de partir para California, donde planea pasar dos días.

Algunos legisladores se están apresurando a responder al clamor público. El senador demócrata Max Baucus, de Montana, y el republicano Charles Grassley, de Iowa, los máximos dirigentes de la Comisión de Finanzas del Senado, propusieron impuestos de hasta el 70 por ciento sobre las compañías e individuos que obtenga bonificaciones en firmas que reciben ayuda federal.
El impuesto se aplicaría a las bonificaciones superiores a US$50.000 pagados a partir del 1 de enero del 2009, y a la cantidad total de cualquier sobresueldo de retención o permanencia, dijeron los dos senadores.

La visita de Obama busca reordenar una relación dañada

CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará México los días 16 y 17 de abril, en lo que será su segundo encuentro con el Mandatario mexicano Felipe Calderón.

El vocero de la presidencia, Maximiliano Cortázar, dijo que la visita de Obama será de carácter oficial y durante su estadía abordará temas de interés bilateral, como medio ambiente, economía, seguridad, bienestar social y migración.

Éste será el segundo encuentro que sostengan los mandatarios de ambos países luego que Calderón viajara a Washington el pasado 12 de enero, pocos días antes de que Obama asumiera la presidencia de Estados Unidos.
“La visita (de Obama) subraya la alta prioridad que ambos mandatarios otorgan al fortalecimiento de la relación bilateral, a partir de un diálogo franco y respetuoso sobre el conjunto de temas que integran la amplia agenda común”, dijo Cortázar en un mensaje en la residencia oficial de Los Pinos.

Aseguró que este encuentro dará continuidad al diálogo establecido durante su reunión del pasado 12 de enero en Washington, donde Obama y Calderón acordaron impulsar una asociación estratégica entre ambos países.

Indispensable, el encuentro presidencial

La visita de Obama busca reordenar una relación dañada

WASHINGTON/MÉXICO.- Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron ayer que el presidente Barack Obama realizará una visita oficial de dos días a México en abril, mientras que expertos internacionalistas señalaron que los diferendos en las últimas semanas entre funcionarios de ambos gobiernos en temas como el combate al narcotráfico y el comercio, hacen necesario el encuentro presidencial.

En el escenario previo a la visita de Obama —programada para el 16 y el 17 de abril—, funcionarios de Estados Unidos han dicho que México es un “Estado fallido” o que el Gobierno federal ha perdido el control de territorios en la lucha contra el narco y el crimen organizado, lo que ha derivado en acusaciones de Calderón sobre una campaña contra el país, pidiendo que también la Unión Americana combata la corrupción de sus autoridades.

Episodios a los que se suma la cancelación del Senado estadounidense del programa piloto que permitía el acceso de transporte de carga mexicano a ese país, por lo que el Gobierno federal respondió con el alza en aranceles de por lo menos 90 productos estadounidenses.

Ante este panorama, José Luis Valdés Ugalde, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, calificó la actual relación bilateral “como un caos” y las visitas de la canciller Hillary Clinton y del presidente Barack Obama, sin duda implican “el ordenamiento de esta relación”.

Según el experto es evidente que para el nuevo Gobierno de Estados Unidos, la relación con México es un tema de la mayor seriedad, sobre todo cuando el problema de la seguridad ha sido rebasado en términos de la agenda nacional y existe la necesidad de acciones conjuntas más allá de la Iniciativa Mérida.

Jorge Montaño, ex embajador de México en Estados Unidos, dijo que el hecho de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, visite México el 25 y el 26 de marzo y que en menos de un mes también llegue el presidente Obama, es un hecho inédito, y “es una señal clarísima de que a los dos personajes más importantes del Ejecutivo, les interesa mantener con el país una política alejada de los desencuentros que han ocurrido en los últimos días, y esto implica un trato especial para nuestro país”.

En Washington se supo que la visita de Barack Obama a México se decidió apenas la semana pasada y sólo un reducido grupo de sus colaboradores en la Casa Blanca se enteraron del tema.

Sorprende anuncio

Funcionarios de segundo y tercer nivel del Departamento de Estado, que pidieron el anonimato, reconocieron que la noticia de la visita de Obama a México les sorprendió, cuando la Casa Blanca emitió el comunicado poco después del mediodía.

El anuncio formal llegaría por Obama, quien no desaprovechó su encuentro con el caucus hispano en el Congreso para confirmar su intención de visitar México.

En México el anuncio fue hecho por el vocero presidencial, Maximiliano Cortázar, quien dijo: “La visita subraya la alta prioridad que ambos mandatarios otorgan al fortalecimiento de la relación bilateral, a partir de un diálogo franco y respetuoso sobre el conjunto de temas que integran la amplia agenda común.”

Recordó que éste será el segundo encuentro en lo que va de 2009 entre los dos presidentes y anunció que en la visita se abordarán temas de cooperación bilateral en competitividad y desarrollo económico, seguridad, medio ambiente, migración y bienestar social.

Tras varios desencuentros en la relación bilateral, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de México, Felipe Calderón, sostendrán varias reuniones durante la visita del primero de ellos a la Ciudad de México, los días 16 y 17 de abril.

Grandes expectativas

Buena señal: PRD
La fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado consideró como “buena señal” para México la próxima visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pero advirtió que debe imponerse una agenda mínima con temas fundamentales para la relación bilateral, como el problema con los transportistas, el combate al narcotráfico y el tráfico de armas y la migración.
El vicecoordinador del PRD en el Senado, Silvano Aureoles, vio como positiva la visita de Obama. Tras señalar que es “una buena señal para México” consideró que el mensaje implícito es la relación estrecha que ese país quiere tener con nuestra nación, es decir un verdadero “cambio de postura”.


Quitará a México imagen de Estado fallido: senador
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte del Senado, Luis Alberto Villarreal (PAN), asentó que la visita de Obama servirá para quitar la etiqueta a México como un “Estado fallido”. El presidente Obama “es más inteligente que quienes escriben esa sarta de estupideces”. En ese contexto, senadores del PAN, PRI y PRD consideraron como positiva la visita.
Destacó que siempre el diálogo será positivo, sobre todo con esa nación, nuestra vecina. Hoy, en Estados Unidos hay un gran debate en torno a varios temas, y de definiciones importantes: hay quienes quieren echarle la culpa a todo el mundo y a todos los agentes extraños de los problemas que se ocasionan por sus propias deficiencias, soberbias y errores.

Cuauhtémoc Cárdenas
El líder moral del PRD confió que la visita a México del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, permitirá mejorar las relaciones bilaterales e iniciar un trabajo conjunto para superar la crisis. Comentó que seguramente Obama y el Presidente Calderón analizarán el tema de la seguridad, tras los señalamientos de funcionarios estadounidenses en el sentido de que México perdió el control de varias regiones a manos del crimen organizado.
Por otra parte, declinó dar su opinión sobre el mejor lugar para construir la nueva refinería de Pemex, pues consideró que debe hacerse un estudio técnico y económico para que sea instalada en el mejor lugar.

Gómez Mont inicia gira por EU
A una semana del intercambio de críticas y acusaciones entre Estados Unidos y México, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, comenzó ayer una visita oficial en Washington para fortalecer los mecanismos de coordinación en el combate al narcotráfico entre ambos gobiernos. Durante dos días, el titular de Gobernación, acompañado por funcionarios de Defensa y Marina, sostendrá reuniones con la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano; el consejero de Seguridad Nacional, general James Jones, y el director de la Oficina de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, y otros congresistas.
Los principales temas que abordarán, son el control de armas, la prevención del lavado de dinero, el desarrollo de la Iniciativa Mérida y el intercambio de inteligencia para compartir información expedita respecto de la situación en seguridad. (Agencias)

  • Se dispara el porcentaje de desaprobación del Presidente
  • Obama pierde 23 puntos en el índice Rasmusen desde que tomó posesión
  • Las primas de AIG son el último varapalo
  • El escándalo torpedea nuevos rescates financieros
GABRIEL HERRERO CORRESPONSAL EN WASHINGTON 17.03.2009Las encuestas coinciden en un punto: hay un lento declive en los que respaldan a Obama y un fuerte repunte entre los que cuestionan su labor en la Casa Blanca. Son dos variables diferentes y nada las ilustra mejor que el "índice de aprobación del Presidente" que elabora la empresa demoscópica Rasmussen. Este índice es la diferencia entre los que apoyan fuertemente a Obama y los que critican de plano su gestión. El valor se ha desplomado 23 puntos desde que Obama tomó posesión.

Todavía hay cinco puntos a favor de Obama y es cierto que se trata de los incondicionales de ambos bandos. Pero en términos más amplios, la tendencia de fondo es la misma en todos los sondeos. La media que realiza Pollster es inequívoca: la diferencia entre el respaldo y la desaprobación se ha ido estrechando desde el 21 de enero. Y la pendiente de los críticos es más pronunciada.

De momento, Obama cuenta con un respaldo considerable, cercano al 60% de sus ciudadanos. Pero también ha recibido un aviso. Y quizás eso explique porqué se ha atragantado de rabia con las primas de los ejecutivos de AIG. Es un buen ejemplo de las dificultades a las que se enfrenta el Presidente. Sobre todo, porque todavía hay 230 millones de dólares en primas pendientes de pago.

Las primas de AIG sugieren negligencia

Obama tiene al menos tres problemas con las primas que han cobrado y van a cobrar los ejecutivos de la aseguradora AIG. El primero atañe a "valores fundamentales", como dijo el Presidente. Tiene que explicar a sus ciudadanos cómo es posible que el dinero de los contribuyentes se destine a premiar a los responsables del desaguisado.

AIG ya ha hecho millonarios a 73 ejecutivos. Aún no se conocen los nombres y apellidos. Pero cobraron el sobresueldo el pasado viernes. Once días después de que el Gobierno aprobara el último paquete de rescate a la compañía: 30.000 millones de dólares. Puede que los contratos que estipulan esos sobresueldos sean legales, pero la pregunta que se hacen los norteamericanos es cómo no se condicionó la ayuda pública a la anulación de esos contratos el dos de marzo.

Es la administración de Obama la responsable de esa gestión. El desahogo del Presidente pidiendo a su secretario del Tesoro, Tim Geithner, que buscara las vías legales para bloquear las primas se queda desfasado. Ahora está en manos del Congreso, vía impuestos especiales, y del fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, vía escarnio público, solucionar lo que no hizo en su momento el Gobierno. De ahí que la cabeza de Geithner esté en juego.

Las primas de AIG cuestionan el plan de rescate y torpedean futuras dotaciones

El segundo problema que afronta Obama es que esas primas minan la credibilidad del rescate financiero. Son billones, con B, de dólares para estabilizar el sistema y reactivar el crédito. El primer paso ineludible, como dijo el presidente de la Reserva Federal, para salir de la recesión. Todo este dinero no es precisamente popular. La encuesta que elabora el prestigioso instituto Pew Research muestra que crecen las filas de los que rechazan los rescates financieros. El 48% están sencillamente indignados y un 87% molestos como mínimo. Y los sobresueldos de AIG no sirven para mejorar la percepción del contribuyente.

Pero lo peor del trípode es que la administración Obama ya ha dejado entrever que necesitará más dinero para sanear el sistema financiero. Quizás otros 750.000 millones de dólares. La rabia que ha desatado el escándalo de las primas pone el visto bueno del Congreso muy caro. El rechazo se extiende por igual a Republicanos y Demócratas. Y el apoyo de ambos es indispensable.

El presidente Barack Obama manifestó su indignación por los altos bonos pagados a los principales ejecutivos de la aseguradora AIG, lo que calificó de agravio, y ordenó a su secretario del Tesoro a hacer todo lo legalmente posible para impedirlos.

AIG ha estado sobreviviendo gracias al dinero de los contribuyentes, al haber recibido un rescate estatal hasta de 180 mil millones de dólares. Actualmente está pagando 165 millones de dólares de bonos.

Esta es una corporación que se encontró con el desastre financiero debido a la imprudencia y la codicia, comentó Obama.

En estas circunstancias es difícil entender cómo los traidores de AIG para el mercado de derivados obtuvieron bonificaciones de 165 millones de dólares, expresó Obama en referencia a los pagos. ¿Cómo van a justificar este asalto a los contribuyentes que están manteniendo a flote la empresa?, preguntó el mandatario.

Obama recordó que pidió a su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, buscar toda vía legal para evitar los bonos.

Geithner recibió una carta en la que se indica que la aseguradora estaba obligada a completar los pagos de 2008 retenidos a los empleados, pero que acordó restructurar su sistema para los bonos a futuro. Obama opinó que una reforma completa de la regulación financiera es vital para asegurar que esto no vuelva a ocurrir.

El presidente añadió que el gobierno necesita algún tipo de mecanismo de resolución para tratar con instituciones financieras en problemas, para que tengamos más competencias para proteger a los contribuyentes estadunidenses y a nuestro sistema financiero en casos como éste.

Obama calificó de agravio las bonificaciones de la aseguradora AIG.

El fiscal general del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, dio al presidente del grupo, Edward Liddy, un plazo hasta el fin de la jornada de este lunes para informar sobre los pagos realizados. Si no provee esta información antes de las 4 hora local, enviaremos una citación judicial y si es necesario, apelaremos a los tribunales, expresó Cuomo en una carta a Liddy hecha pública este lunes.

Créditos a pequeñas empresas

El presidente estadunidense anunció la liberación de 15 mil millones de dólares para incentivar los préstamos destinados a la pequeña empresa, afectada por la crisis financiera. Creo firmemente que la recuperación económica será conducida en parte por las pequeñas empresas que han generado cerca de 70 por ciento de los nuevos trabajos durante la última década, aseveró Obama en su discurso.


Brasilia.- El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó hoy que espera que, bajo el gobierno de Barack Obama, las relaciones de Estados Unidos con América Latina sean "de asociación, y no de injerencia, de contribución, y no de intromisión".

"Estoy convencido de que Estados Unidos puede, definitivamente, tener otra relación con América Latina. Nosotros no queremos Alianza para el Progreso, como se hizo en la década del 60, nosotros no queremos la injerencia", expresó Lula en su programa radial semanal, "Desayuno con el Presidente", difundido dos días después de la reunión que sostuvo con Obama el sábado último, en Washington.

Al relatar el encuentro, el mandatario brasileño se manifestó "impresionado" por la "claridad" demostrada por Obama ante las dimensiones de la crisis y la responsabilidad de Estados Unidos en su superación.

"A mí me impresionó bien (el hecho) que el presidente Obama tiene claridad sobre la dimensión de la crisis, sobre la responsabilidad de Estados Unidos y sobre la necesidad de establecer un consenso entre los países del G20 (industrializados y emergentes) para que podamos tomar medidas capaces de derrotar esa crisis", expresó.

El presidente brasileño afirmó que, en el encuentro del sábado en la Casa Blanca, demandó a Obama la reanudación de las negociaciones de la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Hay gente que cree que, a raíz de la crisis, es muy difícil reanudar las conversaciones", admitió Lula.

Sin embargo, sostuvo que la conclusión de la Ronda Doha no supondría "un obstáculo" para superar las actuales turbulencias, sino que sería parte de "una salida" para solucionar la crisis, "sobretodo ayudando a los países más pobres que quieren vender sus productos en los países más ricos".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recurre nuevamente el lunes a las arcas del erario federal, ahora con planes para ayudar a los negocios pequeños con miles de millones de dólares en préstamos del gobierno, para un sector que da empleo a alrededor de 70% de los trabajadores estadounidenses.

El programa representa el paso más reciente del nuevo gobierno para recurrir a un gigantesco paquete financiero que busca frenar el desplome de la economía. El anuncio podría acallar las quejas de la oposición republicana, de que Obama estaba haciendo poco por aliviar el dolor de los negocios pequeños.

El amplio paquete de medidas que se anunciará el lunes incluye 730 millones de dólares del plan de estímulo que reducirán inmediatamente los intereses en préstamos a negocios pequeños e incrementarán a 90% las garantías estatales sobre algunos préstamos de la Administración de Microempresas, una oficina federal que protege los intereses de la pequeña empresa.

El gobierno también tomará medidas dinámicas para impulsar la liquidez bancaria con más de 10.000 millones de dólares dirigidos a descongelar el mercado de crédito secundario, según funcionarios enterados del plan y que revelaron detalles durante el fin de semana.

Las fuentes solicitaron que no se mencionaran sus nombres debido a que no estaban autorizados para adelantar el anuncio presidencial.

"Es un paso enorme en la dirección correcta", comentó el sábado Giovanni Coratolo, director de Política de Microempresas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos. "En esta economía, tener la menor cantidad de riesgo para los bancos incentivará a éstos a prestar a los negocios pequeños. Muchas microempresas se beneficiarán de esto", señaló.

Las nuevas medidas, que Obama anunciará con el secretario del Tesoro Timothy Geithner en la Casa Blanca, llegan mientras los republicanos han buscado aprovechar cierta inquietud bipartidista sobre el ambicioso anteproyecto de gasto de Obama.

En particular, los republicanos dicen que la propuesta de presupuesto de Obama de incrementar los impuestos, a partir de 2011, a individuos con ingresos superiores a más de 200.000 dólares anuales y a familias con ingresos mayores a 250.000 dólares dañará a los negocios pequeños que enfrentan impuestos más altos sobre ganancias y límites en deducciones específicas.

“Creemos que lo importante es que todos los países alrededor del mundo piensen cómo podemos compensar la drástica caída en la demanda global”

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El presidente estadounidense, Barack Obama desestimó hoy que existan divisiones entre los países que forman el Grupo de los 20 (G-20) respecto a la respuesta que debe adoptarse para atacar la actual crisis financiera mundial.

'No puedo ser más claro en decir que no hay partidos. Este es un debate falso que ha evolucionado en los últimos días en los medios noticiosos', dijo Obama, al señalar que desconoce el origen de estas versiones.

Estas apreciaciones 'no están emergiendo de (el secretario del Tesoro) Tim Geithner, no provienen de (el director del Consejo Nacional Económico) Larry Summers, ni tampoco de mí'.

Obama, al abordar el tema con la prensa en su aparición conjunta con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo que dada la situación actual, la postura de la comunidad internacional debe enfocarse en confrontar el problema.

'Creemos que lo importante es que todos los países alrededor del mundo piensen cómo podemos compensar la drástica caída en la demanda global, y no estamos sólo en esa postura', dijo.

Estados Unidos ha enfatizado la necesidad de que esta respuesta se apoye en la intervención del gobierno mediante estímulos presupuestales, en tanto que otros países ponen énfasis en el marco regulador.

Obama dijo que la posición de su gobierno es compartida por Gran Bretaña, Australia, Europa en su conjunto e incluso China, pero admitió que 'no todos los países lo van a hacer al mismo nivel'.

Obama también reconoció que la intervención oficial es apenas uno de los pilares de lo que debe ser la respuesta a la crisis.

'Debemos tener regulación financiera, y nadie va ser tan vigoroso promotor de la necesidad de una reforma que nuestro sistema financiero', precisó.

La aparente división sobre estos enfoques pareció evidenciada por el comunicado emitido este sábado en Gran Bretaña, al finalizar la reunión de jefes de Bancos Centrales y ministros de Finanzas del G-20.

Aunque los países miembros reiteraron su compromiso de tomar acciones decisivas, amplias y coordinadas, el comunicado omitió detalles sobre la naturaleza de estas medidas.


El presidente Barack Obama tiene una "oportunidad histórica" para construir una nueva relación con América Latina, indicó el brasileño Luis Inacio Lula da Silva, tras reunirse con su homólogo estadounidense, al que le pidió un acercamiento con Cuba, Venezuela y Bolivia.

Lula, primer mandatario de la región recibido por el estadounidense desde que asumió la presidencia el 20 de enero, indicó que abordó el tema de América Latina con Obama para hacerle comprender que en el continente se viven tiempos diferentes y que es necesario abordarlos con una óptica renovada.

"Es preciso que Estados Unidos comprenda que América Latina vive una experiencia de crecimiento económico, una experiencia muy rica de ejercicio de la democracia. No hubo nunca un momento más promisorio de fortalecimiento de la democracia", dijo Lula a periodistas, tras hablar con Obama en la Casa Blanca.

Washington necesita sostener una relación con sus vecinos del sur que vaya más allá de la batalla contra el narcotráfico o la lucha armada, dijo Lula en la embajada de Brasil en Washington.

Hay que encontrar "un lado productivo, con la idea de ayudar a llevar oportunidades para que los países puedan crecer", señaló.

Momentos antes, en la rueda de prensa que ofreció junto a Obama en la Casa Blanca, afirmó que el estadounidense "tiene una oportunidad histórica de mejorar las relaciones con América Latina".

Obama no respondió directamente al envite, y se limitó a indicar que admira "el liderazgo progresista" de Brasil en la región.

Lula recordó en la embajada que faltan pocos días para la Cumbre de las Américas del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago, "donde nos vamos a encontrar todos nosotros, van a estar todos los presidentes".

"Lo que dije al presidente Obama, y tengo esperanza de que vaya a ocurrir, es que es preciso que haya una aproximación con Venezuela, que haya una aproximación con Cuba, que haya una aproximación con Bolivia", señaló Lula, quien habló con Obama en la Casa Blanca por más de una hora.

"Pienso que debemos construir en América Latina (con Estados Unidos) una nueva relación, una relación de confianza, de no injerencia, de compaginar las cosas buenas", indicó el mandatario brasileño.

"Yo converso mucho con (el presidente venezolano Hugo) Chávez, sé que Chávez tiene expectativas en el presidente Obama, de que puede mejorar la relación, el presidente Obama tiene voluntad, lo mismo con Evo Morales" de Bolivia, apuntó.

Tanto Venezuela como Bolivia, que mantienen en estado crítico sus relaciones con Estados Unidos tras expulsar a los embajadores norteamericanos de sus respectivos países en septiembre de 2008, habían saludado la iniciativa de Lula de plantear la reorientación de las relaciones de Washington con la región.

Lula dijo que no trató con Obama el caso específico de Cuba, cuyo régimen comunista es el enemigo histórico de Estados Unidos en el continente, y contra quien mantiene un embargo comercial de casi medio siglo.

El gobierno de Obama, quien ha ocupado sus primeras semanas en enfrentar la grave crisis económica, pareció esta semana voltear un poco su mirada hacia el sur de su frontera, al anunciar viajes de altos funcionarios hacia América Latina, en preparación de la Cumbre de las Américas.

El vicepresidente Joseph Biden viajará del 27 al 30 de marzo a Chile y Costa Rica, donde coincidirá con varios mandatarios de la región, mientras que la secretaria de Estado Hillary Clinton visitará el 25 y 26 de marzo México, uno de los principales aliados de Washington en la región.

Asimismo, el viernes Obama nombró al diplomático Jeffrey Davidow, ex embajador en Venezuela y México, como consejero especial para la Cumbre.

Tras una lucha econada que EEUU ha sostenido contra Cuba durante medio siglo, ahora su presdente Barack Obama ha extendido una rama de olivo a La Habana, pero con cautela.

El Senado de EEUU aprobó el 10 de marzo un proyecto de ley, según el cual el gobierno estadounidense permitirá a los cubanos residentes en el país viajar a su punto de origen una vez al año y suavizar las restricciones a la exportación de alimentos y fármacos al país caribeño.

Tras el fracaso de la invasión de la Bahía de Cochinos en 1961 destinada a derribar el regimen revolucionario cubano, el gobierno de John Kennidy rompió las relaciones diplomáticas con Cuba. Desde entonces, los presidentes estadounidenses han persistido en el embargo económico, comercial y financiero contra el país caribeño. En las actuales circunstancias, al parecer Obama intenta relajar un poco sus restricciones contra La Habana, lo que se debe parcialmente al pragmatismo del gobierno de Obama, comentan los analistas locales.

Para mejorar la imagen internacional, o sea, para recurrir al “soft power” para resolver los espinosos problemas internacionales, Washington incluso intenta dialogar con los adversarios tan desacreditados por EEUU, tales como Corea del Norte, Irán, Siria, Hamas y los “moderados” del Talibán. Entonces, ¿porqué no podría acercarse un poco a Cuba, “país vecino cercano”? La distención de las relaciones con Cuba contribuirá a fortalecer la influencia de EEUU sobre la región y a incrementar su fuerza en el hemisferio occidental.

Washington no goza de mucha popularidad en América Latina, una región emergente y anteriormente considerada como “patio trasero” de EEUU, donde han aparecido figuras prominentes antiestadounidenses como Hugo Chávez criticándolo enérgicamente. En cuanto a Cuba, no se resigna al embargo estadounidense. Su líder Fidel Castro ha medido fuerzas con diez presidentes estadounidenses desde Dwight D. Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Baines Johnson … hasta George W. Bush. Después de que Raúl Castro asumió el poder, La Habana ha ampliado el espacio de diplomacia. La UE ha restaurado sus relaciones con Cuba. Rusia, que intenta restaurar su posición global, “ha regresado” al país caribeño. Estos hechos han obligado a Washington a reflexionar su política con Cuba desde el ángulo estratégico.

Las empresas estadounidenses, que también desean aprovechar el mejoramiento de las relaciones con Cuba para conseguir beneficios, se han quejado de la pérdida de muchas oportunidades debido al embargo contra Cuba, tales como la exploración y explotación conjuntas de recursos petrolíferos, la exportación de productos agrícolas y la construcción de proyectos inmobiliarios. Un grupo de empresarios estadounidenses con sus más de 5.000 productos ya registrados en Cuba esperan con paciencia la oportunidad de “desembarcar” en la isla.

Obama planea participar en la Cumbre de las Américas, siendo el primer mandatario estadounidense en asistir a la reunión. Sin lugar a dudas, Washington ha dado “el primer paso” de cambiar su política con Cuba para la distensión de las relaciones con los países latinoamericanos. Todo el mundo espera que continúe el comienzo “pequeño pero importante” en las relaciones de EEUU y Cuba, que han han permanecido frente a frente durante largo tiempo. (Pueblo en Línea)
12/03/2009



Rusia puso ayer el acento en el desarme para caracterizar la nueva etapa de sus relaciones con Estados Unidos. El «reseteo» de los lazos bilaterales se tradujo en una afirmación impensable en un político ruso hace sólo dos meses: el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo en Ginebra que el mundo, por primera vez desde el fin de la guerra fría, puede avanzar en el proceso de desarme y que esta oportunidad es fruto de la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama.

«La llegada del presidente Obama ha cambiado la situación, porque ahora el desarme multilateral es considerado una prioridad, lo que no se había visto en la Administración anterior», dijo Lavrov después de dirigirse a la Conferencia de Desarme de la ONU, con sede en Ginebra, informa «Efe».

El próximo 5 de diciembre expira el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START-1), suscrito en 1991. Washington pretende «reducir el número de cabezas nucleares y evitar la proliferación nuclear». Pero Rusia aspira a mucho más: quiere que quede excluida toda posibilidad de desplegar armas ofensivas estratégicas fuera de los territorios nacionales, lo que impediría desplegar el escudo antimisiles norteamericano.

Lavrov y su homóloga estadounidense, Hillary Clinton, escenificaron el viernes en Ginebra el deshielo de las tensas relaciones que ambas superpotencias mantienen desde la guerra de Georgia, el pasado agosto, y a causa, precisamente, del impulso dado al escudo antimisiles por la última Administración Bush, aparentemente con la intención de contrarrestar una eventual amenaza nuclear iraní, pero que Moscú considera una amenaza para su propia seguridad.

Esta semana se conoció el contenido de una carta que Obama escribió al presidente ruso, Dmitri Medvédev, proponiéndole enterrar el escudo antimisiles a cambio de una acción conjunta dirigida a acabar con el programa nuclear de Teherán, que el Kremlin patrocina.

A la espinosa cuestión del escudo antimisiles se refirió ayer detalladamente el jefe de la diplomacia rusa. Lavrov dijo que el viernes había hablado de este asunto con Clinton, a quien le explicó que su Gobierno considera que posicionar tal armamento en Europa del este «crearía un riesgo para la seguridad de Rusia», que, por su parte, se vería obligada a tomar medidas para contrarrestar esa amenaza.

De hecho, un día después de la victoria electoral de Obama, el pasado 4 de noviembre, Medvédev anunció su intención (de la que luego se retractó) de desplegar misiles «Iskander» en el enclave báltico de Kaliningrado. «Preferimos no movernos en esa dirección», recalcó ayer el ministro ruso de Exteriores, según informa «Efe».

Lavrov sostuvo que es positivo que el presidente Obama haya decidido revisar ese plan (para el cual el ex presidente George W. Bush concluyó acuerdos con los gobiernos polaco y checo) y tomar en cuenta las consideraciones presentadas por Rusia. «Hemos acordado (con Clinton) continuar estas discusiones», precisó el Ministro, el mismo día en que su Gobierno hizo pública una inversión en defensa para este año de 42.000 millones de dólares.

Teherán

El Gobierno iraní anunció ayer su intención de considerar una hipotética invitación estadounidense a participar en una conferencia internacional sobre Afganistán, informó el portavoz del Ejecutivo, Gholam Husein Elham. «Si América y los países europeos tienen necesidad de emplear a Irán, deberían enviarnos la invitación. Entonces la revisaremos con voluntad de ofrecer cualquier ayuda que necesite Afganistán», declaró Elham.

Mientras tanto, la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, encarriló ayer las relaciones entre su país y Turquía, dañadas durante el mandato de George W. Bush por varios incidentes sobre Irak. Washington valora, entre otros, el papel mediador de Turquía en el conflicto israelo-palestino. Por ello, Clinton anunció la visita al país, dentro de un mes, de Barack Obama. Además, sirios y norteamericanos celebraron su primera reunión de alto nivel en cuatro años.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, negó ayer que haya propuesto un trueque a Moscú sobre el escudo antimisiles en Europa del Este, pero sí aseguró que Washington debe abrir un nuevo capítulo en sus relaciones con Rusia.

Obama envió una carta al presidente ruso, Dmitri Medvédev, en la que indica que si disminuye la amenaza de ataques con misiles iraníes se reducirá también la necesidad del escudo estadounidense en Europa del Este, que se construye en Polonia y la República Checa.

Medios estadounidenses habían señalado que la misiva ofrecía un trueque, la oferta de cancelar el escudo a cambio de una mayor ayuda de Moscú para neutralizar la amenaza iraní.

En declaraciones en el Despacho Oval junto al primer ministro británico, Gordon Brown, Obama indicó que esas informaciones son "inexactas".

Según el Presidente, en la carta, escrita hace tres semanas, reiteró lo que ya había dicho anteriormente: que el escudo antimisiles tiene como objeto impedir un posible ataque desde Irán, y no está dirigido contra Rusia.

"Lo que dije fue que en la medida en que disminuya la amenaza nuclear iraní descenderá la necesidad del escudo", que Estados Unidos construye en la República Checa y Polonia, sostuvo el Presidente estadounidense.

El Presidente estadounidense sí indicó que "es necesario que abramos un nuevo capítulo en las relaciones con Rusia".

Medvédev valoró las "señales positivas" que lanza la nueva Administración estadounidense y se mostró dispuesto a negociar el proyecto del escudo antimisiles, pero rechazó vincularlo al programa nuclear iraní.

Para Medvédev, quien se encuentra de visita oficial en Madrid, si la administración Obama propone un “escudo común contra todo tipo de amenazas" y replantea su proyecto de un escudo antimisiles cerca de las fronteras de Rusia, su país está dispuesto a negociarlo, pero sin "regateos".

Sobre la relación con la nueva Administración de Washington, afirmó que Rusia mantiene un "contacto permanente. Hemos hablado varias veces por teléfono, mantenemos correspondencia, pero hablar de cambios, de un regateo, no se ha planteado esa cuestión, no es productivo".

Sacan a luz “trapos sucios”

Después de los ataques terroristas de 2001, el gobierno de George W. Bush decidió que determinados derechos constitucionales no se aplicarían a medida que Estados Unidos intensificaba su respuesta al terrorismo, según documentos difundidos públicamente por primera vez.

En nueve opiniones legales reveladas el lunes por el gobierno de Obama, el Departamento de Justicia durante el gobierno de Bush se atribuyó poderes excepcionales. Dos semanas después de los ataques del 11 de septiembre, los abogados del gobierno discutían los medios de interceptar sin autorización judicial conversaciones dentro del país.

El gobierno de Obama también reveló documentos según los cuales la CIA destruyó casi 100 videograbaciones -muchas más que lo que se sabía- de interrogatorios y otro a sospechosos de terrorismo. Legisladores demócratas y otros críticos han denunciado que algunas de las técnicas de interrogatorio equivalían a tortura, lo que Bush y otros funcionarios negaron.

El gobierno de Bush abandonó muchas de las conclusiones legales, pero mantuvo los documentos en secreto. Al difundirlos, Obama siguió ventilando los trapos sucios del gobierno de Bush.

Reitera el mandatario venezolano sus dudas de que exista un cambio en la Casa Blanca

Caracas, 1º de marzo. Hay un nuevo presidente en Estados Unidos, pero pareciera que el que sigue gobernando es (George W.) Bush, afirmó hoy el mandatario venezolano, Hugo Chávez, al referirse a dos informes gubernamentales estadunidenses publicados la última semana de febrero, en los que se afirma que la justicia está politizada en Venezuela y que el país es punto de tránsito del tráfico de drogas a África occidental.

Esta es la primera vez que Chávez habla en duros términos de Obama, tras haber pasado ocho años criticando a Bush, a quien llamaba Mister Danger y de quien en 2007 dijo que había dejado olor a azufre en el podium del salón de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.

Chávez comenzó a hacer patente su molestia con Obama por la emisión de los informes del Departamento de Estado y de la agencia antidrogas (DEA) durante una sesión especial de la Asamblea Nacional (el congreso unicamaral).

No se meta con Venezuela. No se equivoque. No siga el camino torpe y estúpido del gobierno de Bush. Váyase a lavar ese paltó (culo), señor Obama. Váyase a lavar ese paltó. El que quiere puede traducírselo del (castellano) criollo. Después no digan que fue Chávez el que empezó a lanzar piedras. Yo estoy para defender la dignidad y la soberanía de mi país”, dijo el venezolano.

No importa quién mande en Estados Unidos, esta revolución (bolivariana) seguirá su rumbo y Venezuela seguirá siendo independiente y soberana, para que lo sepa el señor Obama, dijo Chávez, que el 14 de diciembre había mostrado su disposición a dialogar con el sucesor de Bush y restablecer las relaciones diplomáticas al más alto nivel, luego que el embajador estadunidense Patrick Duddy fuera expulsado de Caracas en septiembre de 2008, en solidaridad con el gobierno socialista de Bolivia.

Días después de enviar la primera señal de diálogo, el 17 de enero pasado, el venezolano sostuvo que la vida de Obama correría peligro si no obedece las órdenes del imperio, como mataron a (John F.) Kennedy, a Martin Luther King o (Abraham) Lincoln, pero además manifestó sus primeras dudas de que el ex senador demócrata por el estado de Illinois significara realmente un cambio respecto de su antecesor. Espero equivocarme, pero creo que Obama tiene el mismo hedor que Bush, señaló.

Este domingo, en su programa dominical Aló, Presidente!, Chávez dijo que al parecer sigue gobernando Bush en Estados Unidos y expresó su deseo de que Obama, si es que llegó con ganas de cambiar algunas cosas, realmente evite que su gobierno siga atropellándonos.

Chávez –quien comentó entre risas que en días pasados su médico personal le prescribió dejar de hablar tres días por un malestar en la garganta, pero sólo pudo permanecer callado una jornada– rechazó que desde Washington sigan acusando a su gobierno de apoyar a grupos terroristas.

Toda esa mentira la sigue diciendo el gobierno de Obama. Entonces, ¿qué ha cambiado? Nada. Que cambie de verdad, que le hace falta a su pueblo un cambio y le hace falta a Estados Unidos un líder.

Consideran que 50.000 soldados es demasiado

WASHINGTON.- Los parlamentarios demócratas de Estados Unidos cuestionaron la demora en el retiro de sus tropas de Irak así como el mantenimiento de una fuerza residual de 50.000 soldados, después de agosto de 2010. Tal como había prometido durante su campaña, el presidente de EEUU, Barack Obama, firmó la resolución por la que el Ejército estadounidense abandonará Irak en agosto de 2010. Empero, los copartidarios de Obama criticaron la forma y parte del contenido de tal determinación.
“No veo justificación para que se queden 50.000 militares en Irak después de agosto del próximo año. Habría pensado en un tercio de esa cifra, quizá 15.000 o 20.000 hubieran sido suficientes”, declaró la presidenta de la cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Horas más tarde, mediante un comunicado, la líder demócrata ratificó su postura en un comunicado, donde afirmaba que quería que la presencia militar estadounidense en Irak se mantenga “lo más baja posible”.
En tanto, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, manifestó que no esperaba una cifra tan elevada, aunque admitió la necesidad de mantener una fuerza de seguridad en el país asiático. “Tenemos que preservar en Irak todas las fuerzas necesarias para la seguridad de nuestros militares aún en el lugar, y de los iraquíes”, dijo en un comunicado.
El senador demócrata Robert Menéndez, que en 2002 había votado en contra de la guerra en Irak, se declaró inquieto por el volumen del contingente que quedará en el lugar después de agosto de 2010.
El ala izquierda del partido Demócrata manifestó su descontento. “No se pueden dejar tropas para operaciones militares en un país extranjero al tiempo que se llama a terminar la guerra”, expusieron referentes, mediante un documento.
Con su calendario de retirada de los soldados en 19 meses, Obama, uno de los escasos opositores a la guerra, cumple su promesa un poco más lentamente de lo que había prometido durante su campaña (16 meses). La retirada definitiva de la “fuerza residual” no llegará sino para fines de 2011. El ánimo de los demócratas, que hicieron campaña para la retirada de las tropas, augura futuras tensiones entre la Casa Blanca y el Congreso.
El opositor partido Republicano, en tanto, alabó el plan de Obama. “El proyecto no está desprovisto de riesgo, pero creo que el plan del presidente es razonable”, dijo el viernes el senador John McCain, ex rival de Obama en su carrera a la Casa Blanca. Según McCain, miembro de la comisión de Servicios Armados del Senado, los 50.000 soldados que permanecerán en Irak tendrán un papel esencial en consolidar y en el mantener los progresos alcanzados en Irak. (AFP-NA)

El líder supremo iraní denunció que la ocupación no terminará
TEHERAN- El Ayatollah (título máximo del clero iraní) Ali Khamenei, dijo que el ejército de los Estados Unidos planea permanecer indeterminadamente en suelo iraquí. En ocasión de la visita que el presidente de Irak, Jalal Talabani, realizó a Irán, el Ayatollah se comunicó con el mandatario iraquí a quién advirtió: “los ocupantes están preparando el terreno para una larga presencia en Irak. Su interés debe ser oponerse a las demandas de los extranjeros, porque ellos no son felices con la estrecha relación de Irán e Irak”. Irán, que no ha tenido lazos diplomáticos con los Estados Unidos desde 1980, exhortó a las fuerzas ocupantes que dejen la región. Las declaraciones ocurrieron un día después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, asegurara que abandonará Irak en 18 meses, pero dejará 50.000 hombres para asegurar la estabilidad. (Reuters)

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