Las vacaciones de Michelle Obama y su hija Sasha en España han sido una bendición para el turismo de la Costa del Sol y de Mallorca. La visita de la primera dama ha acumulado publicaciones y emisiones en medios de comunicación nacionales con un impacto publicitario por valor de casi 20 millones de euros, según las estimaciones de la firma de medición de audiencias Kantar Media.
La estancia de varios días en Málaga y la visita relámpago a Palma de Mallorca de la esposa del presidente norteamericano ha tenido una cobertura de 1.423 noticias. Si los responsables turísticos de ambos destinos hubieran querido promocionar el evento habrían tenido que invertir 19,3 millones de euros en publicidad para conseguir esta repercusión. Marbella, Ronda, Granada y Mallorca son las localidades españolas que más se han beneficiado del viaje privado de la familia del presidente de los Estados Unidos y de la escalada de popularidad de la señora Obama.
La cobertura ha sido extraordinaria. Las 1.423 noticias generadas por la visita de Michelle Obama superan con mucho a otros temas de actualidad como la eventual huelga de los controladores aéreos (con 1.034 noticias) o la disputa interna PSOE por la candidatura de las elecciones autonómicas de Madrid (1.012 noticias).
El informe de Kantar Media analiza también la repercusión y la valoración en euros en prensa, radio y televisión del 'efecto Michelle'. La visita tuvo más impactos entre los medios impresos (777 noticias), seguido del medio televisivo (346) y la radio (300). En paralelo, el viaje obtuvo un mayor retorno de la inversión en la TV (10,5 millones de euros), en los diarios (4,6 millones) y, por último, en las emisoras radiofónicas (4,1 millones).
El estudio se ha centrado en las noticias que se publicaron en prensa, radio y TV, tanto nacionales como regionales, entre el 4 (día en el que aterrizó en el aeropuerto de Málaga) y el 9 de agosto (un día después del encuentro con la Familia Real en el palacio de Marivent, Mallorca).
En la actualidad, la tasa de desempleo estadounidense está situada en el 9,7%, cifra que marcó en el mes de mayo. El próximo viernes el Departamento de Trabajo publicará el informe de empleo correspondiente a junio, en el que los analistas esperan que crezca ligeramente hasta el 9,8%.
Obama ha señalado que "nos encontramos en una fase de relanzamiento" y hay "tendencias muy positivas en numerosos sectores". El jefe de estado norteamericano ha destacado la fortaleza del sector tecnológico y la creación de puestos de trabajo en los últimos meses como señales de recuperación en la economía estadounidense, que trata de olvidar su peor crisis desde tiempos de la Gran Depresión.
Sin embargo, los problemas de deuda que registran algunos estados europeos amenazan la fortaleza del repunte económico de la primera potencia mundial. Obama ha apuntado que “desgraciadamente, debido a los problemas que hemos visto en Europa, registramos ahora vientos de cara y un cierto nerviosismo e inquietud en los mercados y en parte de los inversores y de las empresas".
Por este motivo, el comandante en jefe de Estados Unidos ha vuelto a insistir en que todavía queda mucho por hacer para asegurar la estabilidad económica y que “vamos a seguir teniendo que trabajar para solucionar esto".
Este optimismo económico coincide con la publicación de un mal dato de confianza de los consumidores en el país americano. En junio, el nivel de confianza cayó con fuerza y de manera inesperada hasta los 52,9 puntos, desde los 63,3 puntos marcados en mayo. El mercado esperaba una lectura plana, sin cambios para este mes y confiaba en que la mejora en el mercado laboral inyectara optimismo en los consumidores.
Reforma financieraPor otro lado, Obama ha dedicado palabras para celebrar el acuerdo alcanzado entre senadores y congresistas del partido demócrata y republicano para sacar adelante la reforma financiera, la más importante desde la crisis de 1929.
"Tengo confianza en que, vista la propuesta que se ha presentado, los senadores de ambos partidos reconocerán que es el momento de que establezcamos normas que impidan que los contribuyentes tengan que salir al rescate" de las firmas financieras y que garanticen "que no tenemos una crisis financiera que destroce la economía", ha destacado el presidente de los Estados Unidos.
Sellan EU y Rusia un nuevo acuerdo de desarme que determina que ambas naciones sólo podrán tener 800 vectores estratégicos, como se denomina a los equipos que permiten lanzamientos a larga distancia
WASHINGTON, Estados Unidos, mar. 26, 2010.- Estados Unidos y Rusia sellaron este viernes un nuevo tratado de desarme, que será firmado el próximo 8 de abril en Praga y que reducirá el número de cabezas nucleares en posesión de cada país a un máximo de 1.550, anunció hoy la Casa Blanca.
El acuerdo fue anunciado tras una conversación telefónica entre los presidentes Barack Obama y Dmitri Medvédev, quienes coincidieron en destacar la importancia de que las dos mayores potencias nucleares puedan, con su ejemplo, alentar al resto del mundo a avanzar en la no proliferación.
Según el tratado, Estados Unidos y Rusia sólo podrán tener 800 vectores estratégicos, como se denomina a los equipos que permiten lanzamientos a larga distancia, como misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos.
La mayor parte de estos equipos, unos 700, pueden ser plataformas desplegadas.
El número máximo de ojivas es de 1.550, lo que supone, según la Casa Blanca, una reducción del 30 por ciento con respecto a lo establecido en el Tratado de Moscú.
El nuevo tratado supone un mayor compromiso de desarme entre las dos potencias, en comparación con el anterior pacto nuclear START, sellado en 1991 y vencido en diciembre pasado.
El START supuso el primer esfuerzo en reducir el arsenal atómico con el que las dos potencias se amenazaban mutuamente desde la década de los años cincuenta, en tiempos de la Guerra Fría.
Bajo aquel acuerdo, Washington y Moscú se comprometían a reducir el número de vectores nucleares a 1.600, en tanto que el número de ojivas nucleares debía de ser como máximo de 6.000.
En los últimos quince años, no obstante, ambos países los han rebajado a unos 2.200. El nuevo tratado también simplifica con respecto al anterior los sistemas de verificación del desarme.
Los dos mandatarios acordaron hoy que el nuevo tratado será firmado el 8 de abril en Praga, la misma ciudad donde Obama pronunció el año pasado un discurso en el que expuso su planteamiento para la lucha contra la proliferación y el control de armamento.
El tratado de desarme deberá ser ratificado por los parlamentos de los dos países.
